Las Pymes en Argentina tienen un historial que muy pocas veces les es favorable. Según las épocas -pero siempre por un motivo- las pequeñas y medianas empresas nacionales deben sortear todo tipo de escollos, deben estar repensando su negocio constantemente o trazando escenarios diversos de cara a los próximos 3, 6, 9 o 12 meses como algo muy excepcional.
Ante esto, muchas organizaciones deben ir “del miedo” hacia “la previsión”, acomodándose una y otra vez a una nueva realidad, usando la información disponible y tratando de desplegar una comunicación clara ante su personal, clientes y proveedores. Y si bien esto cambia según el sector, el tamaño y la localización geográfica
de cada una de ellas, la regla aplica más o menos para todos igual.
De acuerdo a la Octava Encuesta a Pymes de PwC Argentina, realizada entre los meses de marzo, abril y mayo de 2021, «sus mayores preocupaciones son la presión tributaria (89 %), inflación ( 84%) y la volatilidad del tipo
de cambio ( 64%), exactamente las mismas y en el mismo orden que en la edición anterior del sondeo». Pablo Boruchowicz, socio de PwC Argentina en el área Pymes, aseguró que “el mundo cambió, y con él la economía mundial, y es imposible pensar que las Pymes pueden permanecer ajenas a los acontecimientos».
«La mayoría de las empresas están viviendo un quiebre cultural y están convencidas que la transformación digital es imprescindible para reactivar sus negocios en esta nueva realidad. Toda crisis genera oportunidades y este sector, que es una fuente indiscutida de empleo de calidad, tiene que ser tenido en cuenta en los planes del Estado para que pueda reimpulsar su crecimiento”, explicó.
Pymes argentinas
En lo que va de pandemia continua en Argentina, el Gobierno nacional implementó una serie de medidas para asistir al sector y a la economía dentro de sus posibilidades pero que no resultan suficientes para paliar la crisis económica, lo que deriva directamente en aquellas pymes industriales relacionadas a productos no esenciales y también las vinculadas a servicios como el turismo, el deporte o el entretenimiento.
Ante esto, un dato clave es que más de la mitad de las pymes (53%), no accedieron a dichos programas ATP y/o REPRO, y las razones manifestadas (si bien algunas de ellas no calificaban), en su mayoría fueron para evitar que el Estado ejerza algún tipo de control sobre la empresa, destaca el informe de PwC. «Una de las salidas que tomaron los empresarios fueron los préstamos bancarios u otro tipo de financiamiento, a los cuales accedieron el 44% de las empresas encuestadas para mantener su capital de trabajo y en mayor medida optaron por la autofinanciación y la reducción de costos».
Pymes encuestadas
De acuerdo al informe, se detalla que cuando se les consultó por los resultados comparando el primer trimestre del 2021 respecto del cuarto trimestre del 2020, el 41% respondió que fueron “superiores”, el 30% “iguales” y para el 29% de la muestra fueron “inferiores”. Es importante considerar que sólo el 35% de estas empresas operaron a una tasa de capacidad máxima de entre el 91 y 100%. Cuando se les preguntó qué es lo que más afectó (o continúa afectando) a la empresa desde el comienzo de la pandemia, los resultados fueron categóricos:
- DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA 48%
- SUMINISTRO DE MATERIALES 44%
- SISTEMAS SEGUROS PARA TRABAJO REMOTO 4%
- DELIVERY DE PRODUCTOS A CLIENTES 4%
Qué hacer
De esto surge que el 59% implementó el trabajo remoto, el 36% se volcó a las ventas online y se enfocó en los
“protocolos de comunicación ante la crisis (37%)”. Asimismo, la “creación de espacios virtuales
para el encuentro de distintos sectores (28%). Si bien el home office conformó una alternativa viable
para este sector en momentos de restricciones de movilidad por el confinamiento, la mayoría de las
empresas (53%), sólo trabaja en esta modalidad menos del 30% de su personal y sólo un 24% de
ellas lo hace más del 90% de su nómina.
Con respecto al impacto que generan la prohibición de despidos y la doble indemnización impuestas
por la Administración actual, para el 75% de los empresarios encuestados hace casi inviable pensar
en la contratación de nuevo personal condicionando su normal funcionamiento.
En cuanto a la implementación de nuevas restricciones por parte del Gobierno, por el aumento de la
ola de contagios, el 79% de los empresarios considera que afectan negativamente el desarrollo de
sus negocios porque llevan a una baja de las ventas y la actividad, disminución de la demanda,
reducción de la producción con un consecuente desabastecimiento de mercadería, cortes en la
cadena de pagos y problemas de logística y distribución, entre otros.
¿Y lo que viene?
La encuesta revela que para el 41% de los encuestados la expectativa de crecimiento para lo que
resta del año es moderada, mientras que para el 44% es baja o nula. Los empresarios del sector,
que ya están analizando los desafíos pospandemia, comienzan a esbozar una serie de acciones que
contribuirán, a su entender, en posibles motores que fortalezcan y pongan nuevamente en marcha a
sus empresas, entre las que mencionan: desarrollo de nuevos negocios (54%) y canales de
comercialización (48%), inversión en marketing digital (50%), reducción de costos y análisis del
margen de rentabilidad (46%).
Desde PwC Argentina aseguran que “hace ocho años, como conclusión de la primera edición de esta encuesta 1 , se le pedía a las Pymes que salieran a buscar oportunidades, más allá de las preocupaciones basadas en los obstáculos propios de ese momento, como los crecientes niveles de inflación, las restricciones aduaneras y
cambiarias y el acceso al crédito. Hoy, y entendiendo el contexto donde va situando la pandemia a
este tipo de empresas, la sustentabilidad y supervivencia no sólo dependerá de su voluntad para
innovar y sus ganas de seguir siendo productivas, sino de las decisiones gubernamentales, reglas
previsibles y consensos básicos económicos y sociales que incluyan a este sector entre los
prioritarios al momento de tomar decisiones”.
Informe completo en https://pwc.to/3qyouST