ARGENTINA.- El impacto de las elecciones en las expectativas del mercado, que ahora asigna mayores chances a que Mauricio Macri gane en segunda vuelta, impulsó a los inversores a redoblar la apuesta por el tipo de cambio y aumentar las tasas de los plazos fijos.
Frente a un candidato que prometió remover el cepo cambiario en forma inmediata, el mercado espera que la rentabilidad esperada en dólares ahora sea mucho más alta que en un escenario de gradualismo. Es por esto que la suba de 300 puntos básicos en las tasas de los plazos fijos no será una medida suficiente para fomentar el ahorro en pesos.
En opinión de los economistas consultados por este diario, el intento del Banco Central (BCRA) por frenar el vuelco de los ahorros al dólar por esta vía llega tarde. En cambio, para lograr este efecto, esperan que el BCRA continúe profundizando la restricción en la oferta de dólares al menos hasta diciembre. En concreto, las tasas que deben pagar las entidades financieras por los depósitos a plazo fijo aumentaron desde ayer en torno al 26,3% para las colocaciones de 30 a 44 días y por encima del 29,1% para plazos a 180 días o más. Desde la asunción de Alejandro Vanoli, es la primera vez que las tasas de plazo fijo suben sin un cambio de normativa que reduzca el spread bancario entre depósitos y créditos, según Economía & Regiones.
«Las elecciones tuvieron un impacto económico en las expectativas del mercado, que asigna mayores probabilidades a que gane Macri. Ante una corrección brusca del tipo de cambio y bajo el supuesto de un 70% de probabilidad de que Macri gane, la rentabilidad esperada para los inversores es de 35% cuando en un escenario gradualista era de 15%», explicó Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora Ferreres & Asociados.
En un escenario gradual, sin embargo, las expectativas eran diferentes porque el nivel de ajuste en el tipo de cambio no estaba claro. En este escenario, el impacto de la suba de tasas podría haber logrado cierto efecto, agregó Spotorno.
«Me parece que la medida está bien pensada, pero es tarde. Suena más a la implementación desesperada de una medida para sostener la demanda de pesos y tratar de frenar la sangría de dólares, con un stock que evidentemente es muy bajo. Dudo que tenga efecto en el corto plazo», dijo el economista Federico Muñoz a El Cronista.
Para Muñoz, el efecto reducido que tendrá la medida también está vinculada a la falta de credibilidad y confianza. «Hasta el 10 de diciembre el gobierno intentará aguantar con lo poco que hay; su principal recurso será dosificar los dólares que tiene», agregó el economista. En opinión de Pedro Rabasa, director de la consultora Empiria, la suba de tasas es mejor hacerla, pero está muy lejos de equiparar la tasa anualizada de los futuros cortos, que está cerca del 200%.
«Dudo que a esta altura subir la tasa haga una gran diferencia. La suba de tasas tiene importancia si se hace crónica. Si es algo de corto plazo y después se bajan, el efecto no es grande», apuntó Rabasa al matutino. (Redacción CE)