BUENOS AIRES (Redacción) – La Ley de Emprendedores y la Ley Pyme son aspectos claves para el futuro de la comunidad entrepreneur de la Argentina, que apuesta a ser sede regional del desarrollo de startups e innovación de producción nacional. Sebastián Siseles, director Internacional de Freelancer.com, analizó en exclusiva el escenario emprendedor.
Ciudad Emprende: ¿Cómo ves la nueva Ley de Emprendedores?
Sebastián Siseles: La ley de emprendedores toca ciertos puntos que considero importantes y beneficiosos, como la promoción de empresas sustentables y la creación de empresas unipersonales, principalmente, pero también otros con los que creo que se queda a mitad de camino o con los cuales no coincido en un todo.
Por un lado, la incorporación de las Sociedad por Acciones Simplificada («SAS»), ayudará a los emprendedores a no solo crear una sociedad, con cuenta bancaria y CUIT en 24 hs, sino que permitirá contar con mucha mayor agilidad en sus estatutos, objeto y hasta composición accionaria que van a dotar de mayor dinamismo a la sociedad en sus procesos de creación, crecimiento y captación de capital, haciéndolos más rápidos y menos engorrosos.
Pero la pregunta que hay que formularse es si esto alcanza para atraer inversores o incentivar a emprendedores argentinos a mantener sus «ideas» en el país y no emigrar a los Estados Unidos o Europa? La respuesta es claramente no.
Por otro lado, el impulso para las empresas sustentables me parece una iniciativa increíble. Es hora de empezar a analizar el impacto que tiene nuestro accionar sobre el medioambiente, y resguardar el futuro de las próximas generaciones. Se tienen que acabar las prácticas irresponsables para que podamos avanzar como sociedad. La mejor forma de incentivar esto es con menos regulaciones y mayores beneficios fiscales. Pero que el cumplimiento y sustentabilidad sean auditados y reales.
Ahora bien, como mencioné anteriormente, hay ciertos puntos en los que no concuerdo, principalmente a la participación del Estado como inversor, por medio de los fondos de inversión que se propone crear, me resultan no sólo una intervención estatal en asuntos que no le competen, sino que absolutamente fuera de tiempo y circunstancias. Si, como sociedad, nos quejamos constantemente de la plata invertida en telenovelas o aerolíneas, y a su vez criticamos (razonablemente) desmanejos y falta de administración, imagínense lo que sería eso mismo -el financiamiento estatal- en start ups que tienen un ratio de fracaso altísimo. El Estado debería relacionarse de otra manera, brindando soporte y apoyo. Si el estado ha nacionalizado empresas en las que había aportado financiamiento con el fin de preservar las fuentes de trabajo, qué pasará en el futuro cuando muchas de estas empresas tengan que cerrar? Otra vez se lo cargaremos al estado «bobo», ya que financió en el pasado y ahora se tiene que hacer cargo?
Hay una coyuntura social y económica que urge al estado a hacerse cargo de otras cosas y no poner dinero público en ideas privadas.
CE: ¿La Ley Pyme será suficiente para crear y sostener más emprendimientos y empresas en tiempos de crisis?
SS: La respuesta rápida y contundente es NO. La ley Pyme es un buen comienzo, pero no alcanza para sostener más emprendimientos en tiempos de crisis o de no crisis. Se necesitan más acciones para el “post”. Crear una empresa es mucho más simple, que desarrollarla y que perdure en el tiempo. Esto se multiplica en momentos de crisis, cuándo mantener a flote el negocio resulta aún más árduo.
El emprendedor necesita beneficios e incentivos estructurales que le permitan desarrollar su negocio a largo plazo, como beneficios fiscales, menos regulaciones, prestando espacio, asesoría, conectividad, y un marco jurídico-impositivo confiable y seguro para que inversores del exterior decidan apostar por la innovación argentina, en la Argentina.
CE: ¿Cuáles serán los principales beneficios de la Ley para emprendedores?
SS: Como mencioné anteriormente, la incorporación de las Sociedad por Acciones Simplificada («SAS»), ayudará a los emprendedores a no solo crear una sociedad, con cuenta bancaria y CUIT en 24 hs, sino que permitirá contar con mucha mayor agilidad en sus estatutos, objeto y hasta composición accionaria que va a dotar de mayor dinamismo a la sociedad en sus procesos de creación, crecimiento y captación de capital, haciéndolos más rápidos y menos engorrosos. Adicionalmente, el hecho que promueva empresas sustentables es una iniciativa admirable, ya que nuestra sociedad necesita empresas de este estilo que funciones sin descuidar los impactos económicos, sociales y ambientales.
CE: ¿Es contraproducente comenzar a crear cientos de empresas express con dudosa proyección?
SS: Absolutamente si. Por ello, es imperioso que el Estado no se disfrace de inversor privado, sino que promueva y facilite la inversión privada, no que la reemplace. Aquí me gustaría resaltar nuevamente el rol que el Estado debería cumplir. El Estado debería relacionarse de otra manera, brindando soporte y apoyo. Los emprendedores necesitan apoyo, menos regulaciones y mayores beneficiospara desarrollar sus ideas, contratar gente y atraer inversores.
CE: ¿Qué más necesitan los emprendedores para poder desarrollarse en Argentina?
SS: Necesitan un Estado que cumpla un rol distinto al que se propone con la nueva ley. El Estado debe cumplir tres funciones básicas y primordiales: seguridad, salud y educación, además de intervenir ante las inequidades en favor de los más necesitados, junto con las grandes obras de infraestructura. Crear fondos de inversión, y financiar emprendimientos privados escapa a su objeto y no soluciona el problema, sino que vamos a estar de aqui a poco viendo como muchos emprendimientos que no funcionaron, financiados por el Estado, se caen y tendremos de nuevo a un estado «bobo» pagador. Y qué pasará con los empleados de emprendimientos que fracasaonr pero que fueron creados y financiados por el estado? Incorporaremos más empleados al Estado?
Creo que debería relacionarse de otra manera, fomentando el desarrollo de estas empresas prestando espacio, asesoría, conectividad, incentivos impositivos, pero no fondos. Argentina no necesita un Estado “inversor” en start ups, sino uno que le de soporte, que promueva un clima de inversiones y seguridad y previsibilidad jurídica y económica.
Creo que también sería muy útil crear tribunales exclusivos para cuestiones relacionadas a la creación, funcionamiento y existencia de las sociedades, con juzgados dinámicos, reconocidos y con expertos en el cargo de jueces de los mismos, con un órgano de aplicación adecuado a las nuevas realidades y -principalmente- velocidades que el quehacer de los negocios y tecnología actual requieren.