BUENOS AIRES (Redacción) – Abrir un comercio hoy en la vía pública y radicarlo en territorio porteño no es un tema menor. Es, básicamente, ingresar a un mundo de impuestos y obligaciones que pareciera atentar contra toda idea de emprender. Y si bien los más jóvenes ya adoptaron el «modo tecnología», muchas pequeñas y medianas empresas y comercios no se lanzaron al mundo online.
La Ciudad de Buenos Aires es un territorio de extrema competencia, donde cada mercado tiene infinidad de competidores cerca y lejos, por eso no pensar el negocio con su perfil online es una muy clara señal de desventaja.
El comercio electrónico es un nicho que continuará durante mucho tiempo en pleno proceso de expansión ya que que la evolución de la sociedad, el desarrollo tecnológico y los cambios en el paradigma de las costumbres de la gente cambia toda forma de relacionamiento. Los clientes no son la excepción.
Los consumidores ya conviven sin distinción entre el comercio tradicional y tienda online. Bajos costos, facilidad de venta, canales de comercialización, etc, son sólo algunos de los beneficios de abrir un canal online que debe ser estudiado, aprendido o acudido a terceros para su correcta explicación.
Con decir que los bancos en el mundo analizan desprenderse de toda sucursal física e instalarse por completo en la nube, vender online es requisito obligatorio de todo comercio. Y la jungla de Buenos Aires obliga a sacar la más pequeña luz de ventaja.