BUENOS AIRES (Redacción) – «Mulas publicitarias» es como el investigador John Amirrezvani denomina a los usuarios de Facebook que alquilan sus cuentas, normalmente a cambio de dinero o de ordenadores. Así lo afirma en un artículo para Economía Digital. Esta práctica permite a quienes alquilan las cuentas, a los arrendatarios, crear una página de anuncios de Facebook asociada a esa cuenta y empezar a vender publicidad «eludiendo las restricciones de Facebook Ads y ocultando a quien está detrás de esa campaña,» haciando algo así como «lavar publicidad.»
Normalmente si alguien alquila una cuenta de Facebook es porque antes ha sido expulsado de la red social, porque planea violar las normas de Facebook o porque, sencillamente, desea ocular quién está detrás de una campaña publicitaria.
«Una pesadilla para la seguridad y la intimidad»
Esta práctica es «una pesadilla para la seguridad y la intimidad» de los usuarios que alquilan sus cuentas, quienes además corren el riesgo de perder su cuenta de Facebook,» dicen en Buzz Feed News. «Quienes están interesados en alquilar su cuenta de Facebook tienen que solicitarlo a través de un formulario —dicen en Buzz Feed News— y si su solicitud es aceptada se les pedirá que instalen una extensión en su navegador o acceso a su ordenador para crear una cuenta publicitaria de Facebook que estará asociada a su perfil.»
Para el arrendatario el riesgo sin embargo es mínimo: si Facebook bloquea la cuenta que ha alquilado, o si suspende la campaña publicidad iniciada desde esa página, el arrendatario solo tienen que buscar otra «mula publicitaria», otro usuario que esté dispuesto a arrendar su cuenta y volver a empezar, «y Facebook nunca sabrá de quién se trata.»
Un esquema conocido por Facebook desde hace tiempo
Al parecer Facebook sabe de la existencia de este esquema de alquiler de cuentas desde hace un par de años y lleva combatiéndola desde entonces. Sin embargo Amirrezvani calcula que son «miles» los usuarios que participan en este esquema fraudulento. Amirrezvani, quien ha estudiado el fenómeno y recientemente ha compartido algunos de sus descubrimientos con Buzz Feed News, ha descubierto que hay quien paga «hasta 500 dólares al mes por utilizar las cuentas de otros usuarios para difundir publicidad.»
Incluso, dice Amirrezvani, en algunos casos el arrendador ofrece ordenadores portátiles como pago, los cuales llevan ya instalados programas para «publicar anuncios desde la cuenta de Facebook del usuario,» entre otros propósitos que suponen un para la seguridad y la privacidad a quien lo utiliza.