BUENOS AIRES (Redacción) – Si hay algo que debés saber antes de iniciar un emprendimiento es que Argentina es uno de los países con mayor carga impositiva del universo. Y si bien no tenemos la solución al problema, el Cerdo Capitalista aporta otro brillante análisis que no podés no leer.
Prestá atención, porque a continuación tenés varios consejos que no son fáciles de encontrar en otro medio, más, si el Cerdo te los acerca gratis.
Más de la mitad de los emprendimientos (empresas pequeñas nuevas y, a veces, escalables o de alto potencial) morirían si pagasen todos los impuestos… Por lo tanto, si sos un pequeño emprendedor incipiente y tu estrategia no te permite bajar costos/gastos no impositivos (es imposible bajar impuestos, pues son ¡mandatorios!), estás al horno con papas.
Entonces, ¿tenés que ir y aprender de impuestos? Ni tanto… No tiene sentido que te anotes a algún curso fumata de 12 horas cátedra de «impuestos para emprendedores». Focalizá tus energías donde tienen que estar (¡en el corazón de tu negocio papá!)… Lo que sí tiene sentido es que le dediques diez minutitos a leer y entender qué impuestos (grosso modo) te roba (taxation is theft) el Estado argentino, como para tenerlos en cuenta en tu cuentita de almacenero mental. No es grave ni importante que, como emprendedor, no tengas puta idea de impuestos. Lo que sí es grave es que creas que, sin pagar impuestos, encontraste un gran negocio comprando a 50 y re-vendiendo a 70… Un margen del 30% sin pagar impuestos no es un margen en absoluto. Un negocio donde comprás a 50 y vendés a 70 no es un negocio en absoluto.
Vamos a la carne del asunto… En Argentina, se garpa Impuesto a las Ganancias, Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), Impuesto sobre los Créditos y Débitos en Cuentas (“Impuesto al Cheque”), Aportes y Contribuciones Previsionales (Cargas Sociales / Jubilación), etc. La presión tributaria (lo que recauda el Estado sobre el total de lo que se produce), en los últimos años del kirchnerismo, alcanzó el 40% (sí: de cada peso que se produjo en 2015, cuarenta centavos se los robó el Estado).
¡Vamos impuesto por impuesto, para que, después, puedas hacer las cuentas de almacenero!
1.- El famoso Impuesto a las Ganancias grava la guita que ganás (“neta”). La tasa es del 35% para todas las sociedades. ¿Ganás 100pe netos? El Estado se queda con 35. Tu negocio genera, en realidad, sólo 65pe. Como dicen los contadores (con razón), el socio mayoritario de todas las empresas argentinas es el Estado (¿lo qué?… sí, que en una sociedad chiquita de dos socios, el Estado tiene el 35% de las ganancias, el socio #1 tiene el 32,5% y el socio #2 otro 32,5%).
2.- El Impuesto al Valor Agregado («IVA») va del 10,5% al 27%; siendo lo más común 21%. ¿Pensás vender tu producto a precio final de 100pe y vos lo generaste de cero? Entonces te quedarán sólo 82pe por esa venta (porque $ 82 x 1,21 = $ 100.-). ¿Pensás comprar a 50 y revender a 100? Entonces, es el 21% de ese “valor agregado” (50pe). El IVA lo calculás multiplicando por 1,21 (si estás viendo el precio bruto) o dividiendo por 1,21 (si estás viendo el precio final con IVA incluído).
3.- El Impuesto a los Ingresos Brutos («IIBB») grava el precio en que vendés. La tasa varía por actividad y por localidad. Lo más común es 3,5%. ¿Vendés 100 lucas al mes? 3500pe te rasquetean de acá.
4.- El “impuesto al cheque” tiene una tasa de 0,6% cuando metés guita en tu cuenta y 0,6% cuando la sacás. ¿Pensás meter 500 lucas por mes en tu cuenta y con eso comprar mercaderías? Te van a sacar 12 lucas por este mangazo.
5.- Aportes y Contribuciones Previsionales. No se suelen tener en cuenta, pero si pactás con un empleado que él/ella cobrará $ 10.000 en mano (hoy, masomenos, el mínimo de un sindicato masomenos decente como Empleados de Comercio), a vos esas diez lucardas en mano te van a salir aprox. 50% más, es decir, la friolera de $ 15.000 (5 lucas de “cargas sociales”).
6.- Investigá mejor tu rubro y ponele un número al “etcétera”… Si pensás vender puchos, probablemente el “etc” sea casi tan guaso como los otros cinco puntos juntos. Si pensás vender tus servicios como contador sin siquiera una oficina física, el “etc” va a tender a cero.
Como verás, el ejemplo inicial de comprar a 50 y vender a 70 no cierra ni en pedo con el Estado en el medio. El costo/gasto en Impuestos es, indiscutiblemente y en todos los negocios, el costo/gasto más grande por lejos… así que ¡no te conviertas en el gil del año emprendiendo algo sin considerar a los impuestos!
Ahora sí… ¡hacé tus cuentas de almacenero!