ARGENTINA (Redacción) – Emprender está de moda. Incubadoras, aceleradoras, business angels, entre otros actores. Alrededor de este ecosistema se ha construido todo un entramado que intenta allanar el camino a todos aquellos que deciden apostar por esta actividad. No obstante, todo lo que crece demasiado rápido también puede presentar importantes riesgos.
Este es uno de los hándicaps a los que se enfrentan muchos de estos emprendedores y, precisamente para minimizar este inconveniente, Ricardo Garriga y Marcos Martín decidieron fundar en España Menorca Millennials, una compañía que ellos definen como «la única desaceleradora de startups a nivel mundial». Así, durante 15 días -la edición de este año tendrá lugar entre el 1 y 15 de junio- juntan en la isla de Menorca a un total de 20 startups españolas e internacionales con emprendedores de renombre, expertos e inversores internacionales, y les invitan a pensar sobre su modelo de negocio, para valorar si están haciendo las cosas realmente bien o si necesitan un cambio.
«Cuando se avanza muy rápido es posible darse contra una pared. Para evitarlo, durante 15 días, compañías que ya tienen un producto bueno para enseñar pueden reunirse con empresas de todo el mundo que se encuentran en una situación similar, con las que pueden compartir su experiencia», explica Garriga. Pero el atractivo de esta iniciativa no es la mera reunión de emprendedores, sino que su punto fuerte radica en poder contactar con profesionales que ya han llegado a alcanzar el éxito.
Para ello, Menorca Millenians cuenta con un equipo de 23 socios que conviven con los empendedores durante estos días. Entre ellos se encuentran nombres como Manel Adell, ex consejero delegado de Desigual, o Di-Ann Eisnor, vicepresidenta de Waze, quienes comparten con los nuevos empresarios su experiencia, potenciando la relación personal entre profesionales. «Todo ello tiene lugar de forma muy intensiva, para que el emprendedor pueda decidir si su compañía va en la dirección correcta». En este sentido, Garriaga cuenta que, durante la primera edición -celebrada el pasado año-, 17 de las 20 startups participantes «cambiaron radicalmente el modelo de negocio».
Relaciones personales entre trabajadores
Los discursos de emprendedores ante inversores o las rondas de financiación son la alternativa más conocida para que los futuros empresarios consigan crédito o el apoyo de otras corporaciones. No obstante, desde Menorca millennials apuestan por dar un trato más cercano a las startups participantes: «Aquí no hay speech ni pizarras, sino que convivimos para fomentar las relaciones personales y aportar el mejor tipo de ayuda».
De esta forma, durante el pasado año, ocho compañías de las 20 participantes lograron levantar dinero durante los tres meses posteriores a abandonar la isla, tanto de los socios como de fondos de capital de riesgo que asistieron al evento.
Entre los requisitos para poder formar parte de esta experiencia se establece como prioridad que las personas del equipo ya hayan emprendido con anterioridad. Junto a esta idea se unen otras como que «el mercado objetivo del producto abarque más de 1 billón de clientes, que el emprendedor haya salido fuera y que la compañía haya levantado ya una pequeña ronda inicial», explica Garriga.
Participantes elegidos
Los participantes son elegidos entre los 23 socios de Menorca Millennials y sus 10 asesores. Junto a ellos, la empresa tiene acuerdos con dos universidades de San Francisco, que también mandan los perfiles más interesantes. El último filtro lo establece una compañía que los fundadores detentan en Estados Unidos, a partir de la cual eligen a los que consideran más preparados de entre su red de emprendedores.
En la edición actual han reunido a un total de 412 empresas, 99 más que el año anterior. «De todas ellas, el 60% son europeas y, de ellas, un 30% son españolas. Por último, otro 30% viene de Estados Unidos y un 5% de Asia», explica Garriga. Así desde Menorca millennials reconocen que su foco es Europa y EEUU, porque es «donde el sector es más maduro». A cambio, los emprendedores pagan un canon de entrada de 5.000 euros que incluye los gastos de estos días.
De esta forma, durante dos semanas, futuros empresarios comparten con más agentes de este ecosistema desde días de surf hasta concursos de paellas o paseos en bicicleta, para finalmente abrir el evento a venture capital internacionales, quienes estudian posibles inversiones en sus ideas.