BUENOS AIRES (Redacción) – Lo dicen los expertos: hace tiempo, los emprendimientos nacen con un ADN más consciente en cuanto a su rol económico, social y ambiental, y la cooperación entre los distintos actores de la comunidad. «La tecnología está transformando el mundo. Su mayor sentido radica en los problemas grandes, que son los verdaderos conflictos y de los que surgirán las compañías futuras. En el siglo XX, las corporaciones lograron un amplio desarrollo. En el XXI, las firmas exitosas serán aquellas capaces de distribuirlo y de regenerar el medioambiente descuidado», dice Jorge «Yoyo» Riva, director Ejecutivo de Socialab, organización surgida en 2012 que integra la Red Nacional de Incubadoras e incita a profesionales de distintos ámbitos a idear negocios no sólo con un fin económico, sino también uno social y ambiental. Es decir, una idea de impacto.
No obstante, Mayma -programa organizado por Contribuir y Emprediem que alienta el crecimiento de Pymes de alto voltaje- pone el acento en el presente. «Estos son los proyectos que necesitamos hoy. Existe una crisis social donde 3600 millones de personas de menores ingresos poseen la misma riqueza que las 60 más ricas. Hay, además, una gran crisis climática: en 15 años no debemos subir más de 2°C para que el planeta se mantenga como lo conocemos. Estas razones nos llevan a encontrar soluciones innovadoras», afirma Álvaro Bronstein, director Ejecutivo de la asociación.
Pero el ecosistema emprendedor ya no está solo. Instituciones, empresas y el mismo Estado se involucran en la creación de espacios que funcionan como redes para abrir paso a los entusiastas -que atendiendo las urgencias de su entorno- diseñan productos y servicios enfocados en generar triple impacto.
«Esbozamos planes con compañías, gobiernos, agencias internacionales y ONGs que se dieron cuenta de que las fórmulas viejas no alcanzan para afrontar los desafíos actuales», menciona el director de Socialab, que hoy tiene presencia en Colombia, Chile, Uruguay y México, y tiene previsto desembarcar próximamente en Guatemala, Costa Rica y España. «Los inspiramos en el proceso creativo con metodologías ágiles para empatizar con los usuarios, entender sus demandas y responder adecuadamente. Una vez definido el propósito, les acercamos herramientas concretas para su ejecución, como capacitaciones sobre prototipado, modelo de negocios, financiamiento, comercialización, pitch y comunicación, entre otras», expresa Riva, mientras comenta que la invitación se extiende a distintos estadíos: «Hay programas inspiracionales y otros para los que ya dieron algunos pasos».
A la hora de llevar adelante la selección, el ojo de los reclutadores se centra en el potencial de alta escalabilidad y del modelo sostenible. «Además, buscamos ideas transformadoras y a las personas detrás de ellas.
Apostamos más por quienes están jugados a disipar un conflicto y determinados a superarse, que por los que se enamoraron de su posible solución, ya que las problemáticas son complejas y requieren flexibilidad para vencerlas. Indagamos en perfiles resilientes con ganas de cambiar la realidad», detalla el director Ejecutivo.
Asimismo, Mayma ofrece mentorías y talleres prácticos, que se complementan con eventos y la exploración de financiamiento -entre otros convenios, posee un acuerdo a tasas especiales con Banco Galicia-. «Funcionamos desde 2006, aunque es nuestro quinto año con este nombre e imagen. La decisión se efectúa desde marzo a abril. Luego se lleva a cabo un proceso que dura hasta octubre, donde brindamos 12 workshops y atención personalizada», agrega Bronstein.
Normalmente los elegidos se encuentran en la fase de prototipo o primeras ventas, aunque también participan casos que superan el millón de pesos anuales de facturación. A diferencia de SociaLab, no es necesario que sean altamente escalables. «Entendemos que tanto los de repercusión mundial como local son importantes», menciona quien es también fundador y gerente general de Emprediem. Sin embargo, las condiciones que deben reunirse para la postulación son más exigentes. «Deben contar con al menos una muestra del producto o servicio, con una clara consecuencia ambiental o social», añade. Aún se encuentra abierta la inscripción durante unos días más para Rosario, Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Caleta Oliva, Pico Truncado y Sarmiento.
Incentivo estatal
Por su parte, IncuBA está activo desde 2005. Inicialmente, acompañó a unos pocos proyectos relativos al diseño y, con el tiempo, se transformó en lo que es hoy: una incubadora del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) que posee varios verticales – además del de diseño, existen otros con eje, por ejemplo, en lo social y tecnológico. Más de un centenar de proposiciones fueron atravesadas por esta política pública y en 2017 IncuBA Social tendrá su primera versión. «Apuntamos a canalizar la innovación y no quedarse con el concepto estático de impacto, sino con su concepción amplia, o sea, medible. En estos años, vimos cómo se generaron tejidos de contacto y aprendizaje, haciendo que los entrepreneurs de Buenos Aires sean cada vez más diversos y pujantes», asegura Santiago Sena, director General de Emprendedores en Gobierno de CABA.
IncuBA Social dura doce meses y se realiza en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), que posee sitios colaborativos para favorecer el networking y fomentar la sinergia. Durante este plazo, brinda formación, tutorías y actividades que potencian las oportunidades de crecimiento, al igual que un estímulo económico a través de un capital semilla de $ 150.000.
Los participantes -con domicilio o actividad comercial en CABA- atraviesan distintas instancias en las que exhiben sus modelos de negocio y concurren a entrevistas con un equipo evaluador. Los finalistas reciben luego una charla para mostrarse de manera efectiva ante un jurado en la jornada de cierre, llamada «Demo Day». «Es vital que el Producto Mínimo Viable (PMV) esté desarrollado o en desarrollo y que se identifique la demanda.
Hay que preguntarse por qué vamos a hacerlo, cuál es la necesidad que satisface, y, principalmente, qué puede aportar, al mismo tiempo que colabora en la resolución de una problemática social. Los objetivos tienen que ser relevantes y con una idea de monetización autosustentable, es decir, debe alcanzarse la sustentabilidad económica, transformando la organización en una empresa bajo la lógica de mercado. Igualmente, tiene que servir como herramienta de integración, incluyendo a un grupo colectivo excluido. En esto, influye mucho el compromiso: los creadores son y serán el pilar más importante. El éxito de cada uno de ellos, su entusiasmo y su generosidad son lo que le da vida al programa», señala la cabeza del mismo en relación a los requisitos que deben cumplirse para formar parte de él.
Asimismo, Sena comanda otro concurso porteño anual que va por su quinta edición y ya definió a los ganadores de este año. Se trata de ImpacTec, que desde 2013 premia el talento innovador con una beca en Singularity University, considerada «la universidad más creativa del mundo». «A diferencia de IncuBA, los ganadores no reciben dinero, sino un viaje que va de junio a agosto. Además de la famosa casa de estudios, visitan el campus de la NASA en Silicon Valley y el Global Solutions Program (GSP). Cada año, Singularity University abre sus puertas a 80 líderes con la misión de educar en la utilización de tecnologías exponenciales para enfrentar los mayores retos de la humanidad. Uno de sus requerimientos es que la persona distinguida demuestre capacidad para hallar una problemática y optimizar los recursos humanos y materiales», asevera.
Con ideas que pueden estar en una etapa temprana o avanzada, el fin es galardonar a un experimentado en iniciativas sociales y el uso de herramientas tecnológicas, con gestión de equipos de trabajo, habilidades emprendedoras y competencias para generar vínculos y ramificar ideas a nivel global. Al igual que IncuBA, el compromiso es crucial. «Tras pasar por una vivencia en un ambiente internacional y con técnicas supremas, es ideal que el individuo regrese al país y aplique lo aprendido», explica Sena.
Nacida en 2016, otra alternativa que adquirió popularidad es el Programa de Emprendedores para el Desarrollo Sustentable (Proesus), propuesta federal dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, dispuesta a incubar, guiar y financiar, que se repetirá este año.
La tecnología y la creatividad, unidas
Por su parte, días atrás, Google lanzó «Desafío Google.org», certamen que reúne a ONGs de la Argentina, Chile, Colombia, Perú y México -pueden anotarse hasta el 24 de mayo- para presentar ideas que utilicen la tecnología en pos de resolver problemáticas de su ciudad o el mundo. El gigante global donará más de U$S 5 millones y acompañará en la concreción de la empresa. El desafío consta de tres fases. En la primera, un panel elegirá a tres ganadores por país, que recibirán U$S 350.000 cada uno. En la Argentina, los jurados serán el tenista Juan Martín del Potro; la investigadora del Conicet Carolina Cristina; la entrepreneur María Celeste Medina; el Secretario de Emprendedores y PyMEs del Gobierno Nacional, Mariano Mayer; y el director General de Google Argentina, Federico Procaccini. Finalmente, el voto del público determinará cuáles de esas tres organizaciones representará al estado en la gran final regional, prevista para noviembre en México.
El primer puesto se llevará U$S 250.000, mientras que al segundo y tercero se les otorgará U$S 150.000 y U$S 100.000, respectivamente. «No deseamos el desarrollo científico por sí mismo, sino cómo este se pone al servicio del impacto social», indica Eleonora Rabinovich gerente de Políticas Públicas de Google Argentina, al tiempo que aclara que es la primera vez que se organiza el desafío entre diversos países y se espera que sea el puntapié de otros programas locales.
En tanto, Chivas Venture es una plataforma de soporte a start-ups sociales de Chivas Regal, de la que forman parte más de 30 autodidactas sustentables por año. La competencia se divide en tres partes: dos a nivel nacional -donde personalidades notables optan por un ganador- y una última internacional que reconoce a cinco con U$S 1 millón, a repartirse entre ellos. Chivas les da beneficios como una semana de entrenamiento en Oxford, asistencia remota los 365 días de parte del staff de la facultad, asesoramiento del jurado y la posibilidad de insertarse en espacios de emprendedores. «En julio daremos cierre a la segunda intervención de argentinos. En estos dos años, pasaron más de 400 proyectos y la intención es seguir creciendo», afirma Juan Manuel Gómez, Brand Manager de la marca para la Argentina y Uruguay.
Shell también adhiere a la tendencia. «Con Fundación Impulsar realizamos Desafío Joven. La quinceava edición sostiene a cuatro emprendedores de Avellaneda -que generan autoempleo o tienen hasta seis empleados-, mediante mentores de Shell que voluntariamente los asesoran durante un año, una capacitación gratuita de dos meses y un préstamo sin interés de $ 25.000 cada uno». «Para muchos, es su puerta de ingreso a la economía formal», concluye Verónica Stanisica, directora de Relaciones Externas de Shell.