BUENOS AIRES (Redacción) – Todo tenemos malas y buenas ideas, la diferencia, claro está, es quién la lleva a la práctica. El actual ministro de Modernización porteño, Andy Freire, es uno de los emprendedores más conocidos en la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país, y también tuvo su primera y particular idea.
De pasar de manejar una empresa a hacer campaña política, Freire tuvo su primer gran éxito a los 24 años cuando se hizo millonario luego de crear “Officenet” junto a Santiago Bilinkis, una novedosa tienda a domicilio para oficinas que llegó a facturar 100 millones de dólares por año, hasta que fue vendida al gigante “Staples” en 2004.
No se quedó parado. Luego de la exitosa venta, llegó el momento de la consultora “Axialent”, el portal gastronómico “Restorando” y el fondo de inversiones “Quasar Ventures”. Luego, escribró libros, fue referente de eventos emprendedores muy importantes y hoy ya es funcionario público de la ciudad.
Sin embargo, sus primeros pasos en el mundo de las ideas y los negocios no fue el mejor. Arrancó con organización de fiestas a la que no fue nadie, venta de buzos para una universidad, compró telas y luego perdió toda la inversión.
Tiempo después pensó en llevar camellos a Punta del Este y ser la revelación del verano, pero no era una idea muy atractiva. Luego de un sabio consejo que lo motivó a pensar ideas que solucionen problemas o generen demanda, pidió ayuda económica y creó un supermercado de oficinas con un catálogo que se entregaba en las empresas: se llamaba Officenet.
Luego, una historia más conocida: vendió su primer gran éxito, amasó una fortuna y hoy llegó a Ministro de Modernización de la Ciudad de Buenos Aires.
“Hacer que las cosas pasen” es una de las frases que aparecen en uno de los carteles de su oficina, y aclara: «Nadie nace emprendedor, o sí, pero lo importante es llevar a cabo las cosas, ejecutarlas, que no queden olvidadas en el tiempo. Podrán aparecer fracasos, frustraciones, broncas y malos momentos, pero en una oportunidad lo que antes era un error se convertirá en un acierto, y allí aparecerá al fin el primer gran éxito emprendedor.
Según Freire, resume, no importa si es un disparate pensar en camellos en Punta del este. Lo importante es pensar, crear y ejecutar.