BUENOS AIRES (Redacción) – Si bien no ocuparon el centro de la escena en ninguna gestión porteña, las concesiones en la Ciudad fueron, al menos, acontecimientos polémicas por el marco en el que se concretaron y el contenido de las mismas. Ahora, la Auditoría General de la Ciudad (AGC) comenzó a elaborar un informe sobre las 23 concesiones que entregó la Ciudad al sector privado -entre muchas otras- que al menos generan «polémica».
Una de ellas es la del Buenos Aires Design, que como ocurre con otas a nivel nacional, se paga un canon de alquiler por valores muy por debajo de su valor real. Lo mismo ocurre con las grúas y el acarreo, las cuales recolectan fortunas a valores de alquilar muy accesibles y sin control del Estado. Incluso, con relaciones por décadas.
Cecilia Segura, directora de la Auditoría porteña, indicó que “las concesiones que estamos auditando se entregaron a grandes grupos empresariales que consiguen contratos muy ventajosos para sus intereses privados en desmedro de las intereses del conjunto de los porteños. Estamos hablando de grandes negocios, en los que se recaudan millones de pesos. Después de años de pelear contra el sistemático bloqueo del macrismo, finalmente conseguimos trabajar sobre las concesiones más polémicas de la Ciudad».
Otras concesiones mínimamente sospechosas son los estacionamientos subterráneos, el espacio cedido y en uso bajo autopistas, el enorme predio del Club de golf José Jurado, en Villa Lugano, y el bar del Centro Metropolitano de Diseño (CMD) en Barracas.
La tragedia de Time Warp movilizó a investigar todas las otras en curso, de las cuales la mayoría presente al menos una irregularidad, cuando esa oficina de contralor auditó a Costa Salguero, que ahora también cae bajo la lupa. Al momento de presentar su plan anual de informes, la Auditoría decidió incluir a la Dirección de Concesiones porteña, propuesta que fue aprobada en la Legislatura de la Ciudad.
La historia de las licitaciones en territorio porteño siempre fueron polémicas y hasta escandalosas, sin embargo, repasar una por una es una enorme acción que la Justicia, hasta hoy, nunca se dignó a hacer.