Lo que en otros países generó serias demandas, denuncias, negociados y escándalos de todo tipo en el ámbito de las apuestas deportivas, en la Ciudad de Buenos Aires se le dio vía libre a los tragamonedas virtuales, los juegos de ruleta, de naipes y todos los formatos de apuestas deportivas digitales.
Dicho esto, de ahora en más, todo puede pasar tras la resolución del directorio de Lotería de la Ciudad de Buenos Aires. Desde lo legal, todo detallado en la normativa. Desde lo político, una excusa sin precedentes: como antes todo era en negro, la Ciudad blanquea todo, captura un margen de ganancia y desde ahora regula.
La otra pata que todos conocen es que, una vez habilitado esto, nada indica que no pase lo que ocurrió en la mayoría de los países. Casos de corrupción, partidos arreglados previamente, goles acordados antes de un encuentro, y casos emblemáticos como la Liga italiana de fútbol, el Calcio, con equipos de primer nivel como Juventus descendidos a la segunda categoría por el arreglo de partidos.
La gestión de Larreta prevé que desde ahora pueda recaudar entre 350 y 500 millones de pesos para el ejercicio 2020, esto gracias a que el fisco porteño capturará parte de lo generado. Al mismo tiempo, la Ciudad eleva una ley de Ludopatía, es decir, desatan el juego y para no ser menos, una ley que trate y contenga a quienes caen en la adicción de las apuestas.
Los insuficientes mecanismos de control, la imposibilidad de detectar ilícitos y acuerdos previos a encuentros deportivos hacen de esta decisión una de las peores que ha tomado la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.