BUENOS AIRES (Redacción) – Durante los últimos años fue noticia la lucha de muchos vecinos por recuperar los símbolos más importantes de un barrio, como lo son los antiguos cines. Hay varios casos, como el Gran Rivadavia, que tuvo su momento de esplendor en Floresta, terminó como sala para templos evangelistas hasta que una larga lucha lo devolvió a la página de estrenos en pantalla grande y tablas.
Luego fue el turno del cine El Plata, en Mataderos, donde fue mucho esfuerzo de todo un barrio para lograr recuperar el edificio y dejarlo listo para el disfrute de todo un barrio.
Ahora, sin embargo, es el turno del cine teatro Gran Urquiza, donde muchos vecinos de Parque Patricios abrazaron simbólicamente el edificio ante una posible amenaza de demolición. Para evitarlo, denunciaron que el lugar fue abandonado por las fuerzas policiales porteñas ya que nunca se resguardo el lugar que es de un alto valor patrimonial.
Pero esto no es nuevo, ya que desde la falta de tratamiento de los proyectos que se vienen presentando desde el año 2013 que se resistió el intento de los dueños de tirarlo abajo. Al menos, un abrazo más con la presencia del productor teatral Carlos Rottemberg y el ingeniero Manuel Vila, Presidente del Foro de la Memoria de Parque Patricios, quienes contribuyeron a sumarse al reclamo por defender los íconos barriales culturales.
“Este no es un abrazo solo de los vecinos de Parque Patricios sino de todos aquellos que le dan valor a la cultura, a la identidad y a la memoria, y de paso es un llamado de atención a las autoridades que no nos están acompañando en esta cruzada y por supuesto a los titulares del predio que quisieron hacer un desarrollo inmobiliario sin cumplir con la ley”, indicaron en el abrazo al cine.