BUENOS AIRES (Redacción) – Una vez más, el negocio inmobiliario vuelve a quedar expuesto en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora, un informe de la Auditoría General de la Ciudad indica que el Distrito de las Artes no benefició a demasiados artistas ni creó empleos en el sur, sino que estuvo más cerca de ser un negocio del banco Santander Río. Así da cuenta un documento publicado en Nueva Ciudad.
Es probable que con los resultados de la elección del próximo domingo, el macrismo le meta quinta a su política de leyes vinculadas a proyectos inmobiliarios, dado que contará con una mayoría nunca antes vista en la legislatura (entre 32 y 34 legisladores sobre 60, más ocasionales aliados). Por eso siempre es bueno repasar cómos se han manejado los proyectos y los negocios hasta ahora. Pongamos, por caso, el Distrito de las Artes: una zona de exenciones impositivas en La Boca que distintas agrupaciones vienen señalando como una forma de expulsar a los sectores carenciados. En la narrativa macrista, debería desarrollar la zona atrayendo actividades artísticas. Un reciente informe de la Auditoría General de la Ciudad demuele ese relato: no se invirtió en empleos, becas ni en que los vecinos no perdieran sus casas. Los principales beneficiarios son empresas de dudosa propiedad y un banco internacional.
El Distrito de las Artes ya había quedado en el centro de una polémica cuando la ex legisladora Gabriela Cerruti señaló en el sitio Nuestras Voces que el presidente Macri había invertido 19 millones de pesos en el Fideicomiso Caminito, que inicialmente había ingresado al Distrito de las Artes. El Fideicomiso Caminito es propietario de Molina Ciudad, un edificio que se hizo en base a remoderar la ex fábrica de Alpargatas, en Avenida Patricios. Son 65 mil metros cuadrados, con 360 lofts de entre 160 y 230 metros cuadrados, todas con balcón. También hay unidades duplex con terrazas propias. Los pisos tienen cuatro metros de altura. La pileta, 32 metros de largo. En la planta baja hay estudios de arte en el Grand Atrium Central, abierto al público. Con su ingreso al Distrito de las Artes, iba a quedar eximido por una década de impuestos e iba a poder usar hasta el 25 por ciento de la inversión como pago a cuenta de futuros impuestos. Luego de la difusión de estos datos, desde el Gobierno porteño sostuvieron que habría sido retirado del registro.
El informe de la Auditoría porteña sobre el desempeño del Ministerio de Desarrollo Económico en 2016 no deja mucho lugar a dudas: releva las acciones que tendría que haber hecho el Gobierno porteño a partir de la ley que creaba el Distrito de las Artes y, una por una, va señalando que no se hicieron. Luego señala irregularidades en lo único que se cumplió: eximir de impuestos a empresa, y destaca que hubo poca adhesión a ese distrito. El candidato a legislador de Vamos Juntos y ministro de Modernización (en uso de licencia), Andy Freire, sostuvo que el Distrito de las Artes “está rezagado”. En diálogo con FM Futurock, dijo que «la evolución de cada uno de los distritos fue dispar”.
Según informó la periodista Martina Noailles en una nota del periódico barrial Sur Capitalino, el informe de la Auditoría habla de algo más que un rezago. El texto, al que también accedió Nueva Ciudad, deja pocas dudas a la hora de señalar las falencias en la aplicación de la norma. Veamos:
· “Se verifica una baja adhesión de potenciales interesados a inscribirse en el Registro del Distrito de las Artes (RDA). Hasta el año 2015, inclusive, el total de inscriptos en el RDA representa un 26% de los potenciales interesados”
· “No realizaron acciones enfocadas a la promoción del empleo durante el periodo auditado ni se llevan registros que permitan conocer la evolución del empleo en el Distrito”. Las distintas áreas a los que consultaron los auditores dieron respuestas negativas sobre la tarea de fiscalización sobre las empresas inscriptas.
· “El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no ha dado cumplimiento a lo prescripto por el artículo 29 de la Ley 4353, toda vez que no ha realizado acción alguna para atender la situación de vulnerabilidad social del Distrito de las Artes”. Esto ocurre mientras continúan los desalojos “despacito y en silencio”, como alguna vez dijo el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
· “Durante el año 2015 no se han otorgado becas ni se ha desarrollado el programa de formación técnico profesional”.
Pero no todos perdieron con este distrito. El Banco Santander Río puede dar fe de esto: con la promesa de dedicar una pequeña parte de un edificio en Paseo Colón y Garay a una galería de arte, obtuvo la posibilidad de computar un 25% del monto invertido como pago a cuenta de los ingresos brutos totales de ese banco en la Ciudad de Buenos Aires. La cifra supera los 28 millones de pesos. “La superficie total al construir es de aproximadamente de aproximadamente 52.600 m2, de los cuales 3.093 m2 corresponderían a la infraestructura artística, denominados Centro de Exposiciones Foyer, Auditorio Fundación Santander Río, Centro de Formación, Patio de las Artes y Terraza de Esculturas. Estos espacios serán gerenciados por la Fundación Santander Río, creado especialmente para operar como socio cultural para este programa”, indica el informe, que señala una notoria regularidad en la valuación que hacen del espacio artístico: “No existe correlación entre el costo del total de la obra y el costo de la Infraestructura Artística. Mientras que el costo de obra promovida se estima en $ 37.166 por m2, para el resto de la obra se lo calcula a $ 15.842 el m2”, indican los auditores. Nada de esto fue revisado por el Gobierno porteño.
No fue el único beneficiado como “desarrollador de infraestructura”: también ingresaron al Distrito de las Artes Correo Andreani SA, El Más Acá Club Cultural y Oficina Italiana Restauri. La Auditoría, además, llamó la atención sobre una empresa llamada Irisar S.A. “No surge del expediente cual es el alcance de las obras que realizaría la empresa solicitante, no se indican las partidas inmobiliarias alcanzadas, como tampoco los títulos del solicitante sobre las Unidades Entrepiso y las del Primer Piso. El objeto del contrato de locación entre el desarrollador y el ‘agente cultural’ es de carácter indeterminado”, señalan. Para agregar más oscuridad, esa empresa es controlada por otra, Silinel, que da un CUIT que es inexistente.
A pesar de esta sumatoria de irregularidades, el macrismo y sus aliados en la Auditoría consiguieron aligerar las conclusiones del informe, según dejó constancia la presidenta de la Auditoría Cecilia Segura en un voto en disidencia. Solo ella y la auditora que responde a Martín Lousteau, Mariela Coletta, se opusieron a los cambios. Segura advirtió en su voto “se modifica el sentido del veredicto formulado por el equipo de auditoría que había dictaminado que …el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los organismos designados como autoridad de aplicación no han cumplido con los objetivos de la Ley en términos de economía, eficiencia y eficacia, reemplazando el no han cumplido por un falaz han cumplido parcialmente, que no se ajusta a las opiniones técnicas del equipo de auditoría, las cuales están ampliamente justificadas en el cuerpo del informe”. Los auditores de Vamos Juntos no dieron explicaciones para ese cambio.