ARGENTINA.- El ritmo a la hora de buscar inversión privada es un aspecto esencial del emprendimiento. Así lo atestigua esta startup con fundadores de México, Perú y Kazajistán, que han centrado sus esfuerzos en aplicar investigación y desarrollo al campo de la salud. Que la medicina y el desarrollo tecnológico trazan rutas paralelas no es ninguna novedad. Sin embargo, el boom tecnológico inherente a los tiempos en que vivimos anticipa que algo ocurrirá, y pronto, que cambie el escenario de la salud tal y como se conoce en la actualidad.
Hoope encarna la unión de esos dos campos que hace tiempo que amenazan con juntarse y llevar el progreso a una dimensión cuasi futurista pero que, en la urgencia de la vida misma, sería idealmente aplicable a los barrios porteños más necesitados.
Todo comienza en la Singularity University, en el Centro de Investigación de la NASA en Silicon Valley. Cursando un programa de postgrado con el acento puesto en el uso de tecnologías exponenciales que puedan resolver los problemas y desafíos que hoy aquejan a la humanidad, Enresto Rodríguez Leal, Irina Rymshina y Damel Mektepbayeva se conocen y fundan Hoope.
Su startup se centra en las cuatro enfermedades de transmisión sexual (ETS) más comunes, un problema que afecta a 500 millones de personas cada año según la OMS. Por ello, los tres fundadores se lanzan a la caza de un método de detección de ETS que combine los últimos avances tecnológicos con un modelo de negocio innovador. El resultado es Hoope.io, una startup tecnológica que mediante papel microfluídico de bajo costo posibilita la detección de clamidia, sífilis, gonorrea y tricomaniasis sin ninguna fuente de energía en menos de un minuto a una app a tu teléfono móvil.
Este dispositivo médico no solo diagnostica de forma efectiva sino que además lo hace a través de una app de forma personalizada, basándose en las mediciones que registre. Además de lo rápido del proceso, hay que destacar la mejoría en cuanto a privacidad se refiere para este tipo de cuestiones de salud. Si la tecnología es el sostén del desarrollo, esta app sería ideal para analizar a miles de niños y jóvenes de los barrios carenciados más humildes del sur porteño.
No por nada la tecnología, después de todo, debe tener como objetivo mejorar y salvar a los seres humanos.