BUENOS AIRES – Cuando hablamos de infidelidad, la primera idea que se nos viene a la mente es el amor y el sexo, pero en un mundo tan cambiante y en pleno proceso de desarrollo tecnológico, ya no todo pasa por el mismo tema. Hablamos de la “infidelidad financiera“, esa delicada relación que tiene una pareja en relación al dinero. Por ejemplo, hay países donde una de cada cinco personas reconocen haber ocultado dinero a sus amores.
La consultora estadounidense Credit Cards realizó un informe en donde detalla que “son cada vez más las mujeres o los hombres que ponen en riesgo una relación y la confianza en temas exclusivamente relacionados al dinero”. En declaraciones a BBC Mundo, Ted Rossman asegura que “hay una tendencia al aumento de la infidelidad financiera en los últimos años, sobretodo los millennials que tienden a guardar más secretos que las generaciones anteriores”.
Incluso, detalla la investigación, hay casos de personas que no le informan a su pareja la existencia de una tarjeta de crédito para poder gozar de “más libertad financiera, y eso es preocupante porque es asumir que la relación puede fallar”. Asimismo, también asegura que el método más común de infidelidad financiera es “esconder una tarjeta”, algo que puede traer muchos dolores de cabeza cuando uno comienza a financiar esos gastos.
En cuanto al dinero físico, la organización sin fines de lucro The National Endowment for Financial Education (NEFE), determinó tras una investigación que “el 41% de los adultos estadounidenses reconoce haber incurrido en un engaño financiero con su pareja”: “La infidelidad financiera podría parecer benigna. Quizás alguien esconde un compra, una boleta, o un poco de dinero. Pero la infidelidad puede escalar a un nivel más grave”, detalla Ted Beck.
Para el presidente y director ejecutivo de NEFE, “esto tiene un impacto en la relación más allá de la magnitud. Provoca discusiones, daña la confianza y en algunos casos lleva a la separación o el divorcio”. De hecho, no sólo en Estados Unidos sino en gran parte del mundo, las relaciones de pareja, matrimonio o concubinato -incluso luego de muchos años- caen en crisis y separaciones no por temas sentimentales sino al dinero.