BUENOS AIRES (Redacción) – La violencia no se detiene en la Ciudad de Buenos Aires, donde hasta el día de hoy los autos que trabajan o quienes hacerlo para la empresa Uber son blancos de violentos ataques que no tienen culpables ni responsables. Ahora, un auto Renault Logan que aparentemente funcionaba como el servicio de transporte de pasajeros fue prendido fuego en las últimas horas a la altura de la calle Mercedes al 1400, en la intersección con Camarones, en el barrio porteño de Floresta.
Pese a las cámaras de seguridad, no hay registros de posibles sospechosos del ataque al vehículo que se encuentra abandonado frente de una plaza, en una zona residencial. Allí, el rodado no sólo fue prendido fuego, sino que también lo destruyeron por completo. Si bien el auto apareció estacionado hace pocos días, los vecinos creen que el hecho ocurrió en otra comuna.
Los ataques de este tipo a los autos de conductores Uber no cesan, pese a las denuncias de las víctimas y a los reiterados hechos de violencia que, incluso, son viralizados por el grado de violencia contra los trabajadores por parte de los taxistas. Al mismo tiempo que pasa esto, la Justicia en julio dictaminí en un fallo inédito el procesamiento de un taxista acusado de perseguir a choferes de las firmas Uber y Cabify, por los delitos de lesiones, amenazas y daños.
Sin embargo, vale aclarar que no se trata de casos aislados. Son reiterados los ataques que sufrieron los conductores que utilizan esas plataformas para el trasporte de pasajeros, mientras el pleito judicial por el momento no evita que Uber pueda trabajar en las calles porteñas. Ante esto, la empresa ya aclaró que están debidamente constituidos en territorio porteño, que están legalizados y que sólo las tarjetas emisoras como Visa no permiten pagos con dichos plásticos, pero los autos sí pueden cobrar en efectivo los viajes.