ARGENTINA (Redacción) – No sobran historias de heroísmo, menos aún en el mundo de los negocios. Sin embargo, hay un emprendedor que es inquebrantable: el que no se rinde. Y no son palabras fáciles. La periodista Carolina Potocar, de revista Apertura, dio a conocer una historia que no podés no leer.
Después de que la crisis del 2001 dejara a Gustavo Carrasco cargado de juicios y deudas por pagar, el fundador de la marca de ropa de cama para hoteles G&D buscó revancha y, catorce años después, logró que su empresa familiar facturara $ 6 millones en doce meses.
«Yo tenía tres negocios de decoración y veintipico de empleados, y en 2001 viene el quiebre del país y paso de vender cifras muy importantes a no vender nada», recuerda Carrasco, en diálogo con Apertura.com. Y reconoce: «Uno es cabezón y no quiere aceptar que cuando hay crisis enseguida tiene que achicar todo; los gastos fijos te comen y de un día para el otro te encontrás con que pasaste de tener todo a no tener nada, y encima estar endeudado».
G&D había nacido en 1990 como marca de decoración, y a lo largo de su historia pre quiebra llegó a tener tres sucursales: una en el Nine Shopping (Moreno), otra en el centro de construcción Cisilloto (La Reja), y una última en el Buenos Aires Design (Recoleta).
Tapado de juicios de empleados y deudas a proveedores, Carrasco decidió cumplir sus compromisos con un préstamo basado en maquinaria y trabajo. «Un día leo un artículo que dice que Flandria, un monstruo de la industria textil, iba a reabrir, y que su dueño le iba a dar un año de trabajo a cada persona que comprara un telar», cuenta el emprendedor. Carrrasco no compró uno, sino nueve, y le prometió a Carlos Di Forti, ex titular de Flandria, que le pagaría con trabajo. Diez meses después de su incorporación, el fundador de G&D ya no tenía más deudas con Di Forti y trabajaba con sus máquinas para él mismo.
En 2012, su hijo Lucas le comentó sobre la posibilidad de vender su mercadería a través de MercadoLibre. Hoy, sus toallas y sábanas visten hoteles de Córdoba, San Luis, Misiones, Mendoza y Neuquén. Sobre su secreto, Carrasco es modesto: «Yo no soy un tipo inteligente, pero sí soy una persona constante, y pienso que lo que hago lo tengo que hacer cada día mejor».
Por su exitosa refundación, Carrasco fue el ganador de Historias que inspiran, un premio otorgado por MercadoLibre en el marco del ciclo Charlas 2015 y gracias al cual el emprendedor se llevó $ 100 mil y el mentoreo de Endeavor, entre otras cosas.