Queda claro que el aislamiento social obligatorio en casi todo el mundo anuló al turismo en todas sus variables. Gastronomía, hoteles, vuelos, cruceros, todo, quedó congelado hasta nuevo aviso. Ese aviso podría ser septiembre, el mes más indicado para salir a hacer compras y reservas de cara al próximo viaje.
En primer lugar hay que tener en cuenta que el mes nueve del año será el punto de inflexión global y regional. La quinta economía del mundo necesita vender y con la más mínima flexibilidad en cuanto al aislamiento, saldrán a conquistar el bolsillo y la mente de los potenciales viajeros.
Para esto, habrá que tener en cuenta lo siguiente si es que en septiembre, aquellos que tengan la posibilidad de hacerlo, viajar será uno de los principales objetivos. Por ello, es clave entender los factores que incidirán directamente en los precios y en las ofertas. A saber:
- La mayoría de los países, sobretodo en Europa, ya prepararon planes de estímulo para salir a vender sus principales destinos
- Esto los lleva a unir a operadores turísticos pata ofrecer paquetes promocionales
- La primera oleada de ofertas tendrá un muro por sortear: el miedo a viajar con mucha gente, por ello, habrá ofertas muy agresivas para quien sí quiera hacerlo
- Muchas aviones o cruceros sólo podrán hacer viajes con una limitada cantidad de pasajeros.
- Los precios, en relación a la última vez que se logró vender, estarán o congelados o con formas de pago financiada ya que la crisis que dejará la pandemia será muy dura
- Para atraer la demanda de posibles viajeros, la industria se basará en todos los medios disponibles: precios bajos, pagos en cuotas, descuentos, promociones y paquetes de todo tipo
Eso sí, esto no durará mucho tiempo. Los principales referentes del turismo aseguran que la industria tendrá como primer objetivo adaptarse a los nuevos protocolos sanitarios que serán muy rigurosos. Luego, el segundo paso será generar confianza en el consumidor para que compre seguro.
El tercer y definitivo paso será convencer a todos de que los precios y las ofertas exclusivas de un sector necesitado de vender no durarán mucho tiempo. Los que se animen a volar o embarcarse, y tienen los ahorros a disposición, tendrán como mínimo varios días para hacer un gran negocio. En definitiva, la mejor inversión -dicen- es viajar.