BUENOS AIRES (Para La Nación) – Cuando llegó, hace unos cuatro años, muchos se preguntaban cuánto iba a durar. Mariano Amartino llegó a Wayra, la aceleradora del Grupo Telefónica, con un espíritu libre, de emprendedor, y no siempre políticamente correcto. En apariencia era incompatible con la vida corporativa. Pero el ex CEO de Hipertextual y fundador de Uberbin no sólo perduró, sino que escaló a lo más alto de la firma de origen español que define como «la punta de lanza» de Open Future, un conjunto de iniciativas de innovación de la compañía que incluye espacios de crowdworking (próximos a instalarse en el país), academias y fondos de inversión. El actual CEO de Wayra afirma que las grandes empresas traccionarán la innovación con un aporte de las startups que aún no está explotado.
¿Qué rol tienen las grandes empresas en la promoción del ecosistema de startups?
-En algún momento me amigué con la idea de que las corporaciones tienen muchas cosas buenas. Creo que gran parte del futuro de la innovación y del futuro de las startups va a estar atado a las corporaciones.
-¿Por qué?
-Las corporaciones tienen que estar, porque apuestan al largo plazo, independientemente de los ciclos económicos. En 20 años, Telefónica invirtió en 17 países de América latina US$ 120.000 millones. Es imposible que la apuesta sea a corto plazo. Las startups pueden aprovecharlo. En Brasil hubo casos de fondos de inversión que en 15 días pegaron la vuelta a los Estados Unidos. Los inversores ponen plata para lograr múltiplos y cuando ven que vienen años malos se van. En cambio hay corporaciones que tienen gran parte de su futuro puesto en la región, como Telefónica, aunque hay una parte relacionada con inversión pura y dura. Open Future es el brazo de investigación y desarrollo de gran parte del grupo, y apostamos a encontrar emprendedores desde su etapa inicial.
-¿Cree que la concientización de «innovar o morir» por parte de las grandes empresas va a canalizar más fondos a las startups?
-El tradicional fondo de inversión corporativo busca retornos como un fondo más. Luego, por una evolución, terminan buscando adquisiciones y fusiones, como una herramienta útil para llevar la innovación a la empresa y cerrarla dentro. Un ejemplo es Cisco, que tuvo un crecimiento maravilloso. En Telefónica, con Wayra rompimos la idea de que ese era el único modelo. Innovamos en el mercado de inversión de riesgo; salimos del modelo del fondo de capital de riesgo corporativo. Empezamos a invertir y ayudamos a crear ecosistemas donde no los hay, entrando en startups con participaciones minoritarias (hasta 10%, salvo con inversiones posteriores).
-Ahora están empezando a mirar a los emprendedores las empresas de consumo masivo. ¿Hay competencia para captar a los mejores?
-Sí, buscar a los mejores siempre implica competencia, pero también hay «coopetencia». Con Mondelez por ejemplo hicimos un acuerdo a nivel global, y podemos hacer una potencial coinversión. Lo hacemos con ellos, con Mercado Libre y con otras empresas. Impulsamos el concepto de innovación abierta, que aún tiene que pegar en la región. También tenemos alianzas con algunas operadoras móviles a nivel global, como Orange o Deutsche Telekom. Es muy difícil competir hoy de la manera que se competía antes.
-¿Cómo evolucionó Wayra?
-Desde que empezó, cambió el modelo de inversión, porque antes tomábamos equity y ahora entramos con notas convertibles, que a su vez fueron cambiando. Y ahora estamos analizando si seguir o movernos a una nota convertible más flexible. Además, el modelo de aceleración era más cerrado y ahora es más enfocado en las competencias de cada startup para sumar más valor. Les damos diferentes las píldoras de aceleración.
-A diferencia de otros fondos, ¿el fin de Wayra es más integrar un negocio a la compañía que una buena salida?
-La salida financiera a corto plazo no es el objetivo, sino que tratamos de encontrar empresas en las que podamos participar en su crecimiento. El primer objetivo es encontrar innovación, porque creo que la capacidad de las startups de acercar innovación a las corporaciones todavía no está explotada. Hay mucho por hacer en innovación abierta. Otra veta es la apuesta financiera, y otra es generar ingresos nuevos o ahorros a la compañía.
-¿Qué ideas invertidas por Wayra sirvieron a Telefónica?
-Hay startups que permiten optimizar. Por ejemplo invertimos en una empresa que permite optimizar el uso de cobre donde no hay fibra óptica. Esa empresa sola en el tiempo nos hizo ahorrar decenas de millones de dólares. Otra es una firma de chips que permite optimizar una red Wi-Fi para cada uno de los dispositivos y contenidos. Por ejemplo, si el chip detecta que estoy usando el smart TV, le da «más caño» que al WhatsApp donde mis amigos están charlando. Cuando invertimos, el chip era demasiado caro, pero entendimos que a largo plazo se podrían bajar los costos y tendría más sentido. Hoy ese chip es el corazón del router más nuevo que tiene Movistar en España. Son casos de inversiones estratégicas.
-¿América latina se volvió una región más riesgosa?
-Creo que es una región maravillosa para apostar. Estamos creciendo, las startups están creciendo. No me importa que crezcan en moneda local, porque hay olas macroeconómicas, y eso cambia. Si se arma un modelo de negocios sustentable, que crece en usuarios pagos, en fidelidad, etcétera, se llega a tener una empresa para pasar malos tiempos y buscar inversión en mejores condiciones. De todos modos, lo que se invirtió en la región en un año es similar a lo que se invierte en menos de un mes sólo en Londres.
-¿Es más interesante ahora el emprendedor argentino?
-Los fondos siempre lo buscaron, pero invertían en sociedades afuera. Nosotros teníamos el problema de que muchos emprendedores querían continuar en los Estados Unidos y se convirtieron en empresas yanquis. Eso nos juega en contra en las estadísticas. Ahora, con el cambio de reglas, un dólar libre, la posibilidad de hacer transferencias de divisas, las condiciones empiezan a estar dadas.
-¿Qué tendencias ve?
-América latina tiene mucho por optimizar y eso es una oportunidad, igual que IoT y cloud.
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