BUENOS AIRES (Redacción) – El acceso a la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires, como en el resto del país, es una asignatura pendiente desde hace 30 años. Pero con la reactivación del crédito hipotecario a partir del sistema conocido como UVAS, ajustados por inflación, el mercado comenzó a reactivarse.
Ahora, por una ley aprobada por la Legislatura se estableció una tasa del 1,5% para el pago de Ingresos Brutos en préstamos hipotecarios cedidos por entidades financieras u otras instituciones sujetas al régimen de la Ley de Entidades Financieras a personas físicas destinados a la adquisición, construcción o ampliación en la Ciudad de Buenos Aires de vivienda única, familiar y de ocupación permanente.
Inesperadamente para la mayoría de los porteños, la reducción de la alícuota del impuesto que hoy alcanza el 7% tendrá un importante impacto positivo sobre la tasa de interés de estos créditos, que trasladado a la cuota que paga una familia por un préstamos hipotecario, genera una reducción de la cuota del 15 por ciento, o 10 en el peor de los casos.
Esto significa que, en promedio, si alguien pagaba una cuota de 10.000 pesos, pasará a pagar cerca de 9.000, pesos más o pesos menos, lo que significa una reducción importante.
Para de este cambio tiene su explicación: “Con el objetivo primordial de disminuir el déficit habitacional estructural, promover el crecimiento económico y el empleo a través de la inversión en viviendas y asimismo fomentar el desarrollo con equidad social a través de la expansión del crédito hipotecario, la Ciudad de Buenos Aires realizará el esfuerzo fiscal para acompañar a los vecinos en el sueño de la casa propia”.
Fuentes consultadas por CiudadEmprende.com explican que con la sanción de esta norma, para ejemplificar, el esquema es el siguiente:
-Un préstamo indexado por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) para la compra de una vivienda única y familiar por un monto de $1.000.000
-Plazo a 20 años
-Cuota inicial: Pasará de $7.700 a $6.500 pesos
“Lo que estamos votando tiene que ver con una reducción de la tasa de Ingresos Brutos para acompañar una política nacional, que fue solicitada a todas las jurisdicciones, dando respuesta a un reclamo histórico de paliar el déficit habitacional. Las nuevas líneas de crédito que ofrece la banca pública permite proyectar a largo plazo, con un tope de 30 años, en una medida más que acertada”, señaló Alejandro García, diputado nacional del PRO.
Esta iniciativa, muy positiva, debe ser extendida al resto del país.