BUENOS AIRES (Télam) -La polémica por la reforma educativa impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires generó un importante espacio de discusión donde nada queda desechado: actualización, modernización, educación y hasta flexibilizació laboral. ¿Por qué? Porque el proyecto conocido como «Nueva Secundaria», entre varios puntos claves, establece prácticas laborales obligatorias y gratuitas.
Las tomas comenzaron el 29 de agosto en rechazo a la reforma en las secundarias porteñas que se vio agravado al conocerse, tras esto, que el Ministerio de Educación de la Ciudad distribuyó un instructivo para directivos sobre cómo proceder antes las tomas, aunque la cartera negó haber emitido.
Manuel Ovando, del centro de estudiantes del Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández” -tomado desde el jueves- contó que están “pensando en presentar un amparo contra la reforma educativa y reclamar una audiencia pública en la que se escuche lo que estudiantes, docentes y familias tenemos para decir del plan que propone la ministra Soledad Acuña”.
Rocío Pinilla, del centro de estudiantes del Normal 1 “Roque Sáenz Peña” de Recoleta, dijo que “esto es contra esta reforma anti educativa que pretende imponer el gobierno porteño”. Explicó que “el lunes, con el comienzo de la toma, se firmó un acta entre la asamblea de estudiantes y los directivos del colegio. Entendemos que nuestra rectora no hizo la denuncia en la comisaría que pedía el instructivo, aunque después la policía quiso entrar igual aduciendo que tenían una orden, vinieron unos docentes que se las pidieron, y nunca más volvieron”, añadió.
Claudia Peralta, mamá de una estudiante del mismo colegio, contó que ayer “muchos padres estuvimos en el colegio para llevar comida y ropa a los chicos. Como papás estamos muy preocupados porque esta reforma les saca a los chicos tiempo de estudio para ponerlos a trabajar gratis, y la transición a la universidad va a terminar siendo más difícil”.
El martes, en la Escuela de Danza “Jorge Donn” se reunirán con Elena Alderoqui, funcionaria del Ministerio de Educación porteño: “Queremos que nos digan claramente cómo va a ser la cosa, porque hasta ahora dijeron todo por la mitad y no queda claro a qué se refieren con esas pasantías”, dijo la estudiante Catalina Ianelli.
Ahora, resta lo más importante de la cuestión: las pasantías obligatorias no rentadas. Muchos asocian esto a otros fines no educativos: allanar el camino a la nueva y maquillada flexibilización laboral.