BUENOS AIRES (Redacción) – Algún día quedará la anécdota que para pasar de un lado al otro de avenida Nazca el cruce del tren Sarmiento se podía llegar a estar detenido con el auto al menos 20 minutos. No es una exageración: ese punto, como tantos otros, marcan el por qué está ciudad de Buenos Aires sigue tan atrasada. ¿La culpa? Las barreras.
Pese a los reiterados anuncios, aún restan en el área metropolitana más de 470 pasos a nivel, de los cuales 74 están en la Capital. Y todos esos cruces constituyen no sólo un caos urbano sino decenas de peligros latentes. Ahora, pareciera que se apunta a cumplir un plan de inversiones que lleven a una lenta pero progresiva modificación del entramado urbano con, al menos, un alivio en el tránsito.
Cuando comiencen las obras, los primeros barrios porteños que comiencen a recibir los beneficios de eliminar pasos a nivel serán Palermo, Núñez, Belgrano, Pompeya y Barracas, entre otros.
Según el plan de obras, los trabajos sobre el tren Mitre tendrán una extensión de 3,9 kilómetros entre Palermo y Núñez. El tren, que ya corre elevado hasta detrás del Hipódromo, continuará así hasta la avenida Congreso, en donde ya se hizo un paso bajo nivel. La inversión prevista es de $ 2.600 millones el objetivo es terminar la obra, que en principio se financia con fondos propios, en marzo de 2019.
Para tener dimensión de los beneficios de eludir los pasos a nivel por arriba o por abajo: el ramal de tren es utilizado por 100.000 pasajeros todos los días, pero se benefician 30.000 usuarios de las líneas de colectivos que atraviesan la zona y unos 70.000 automovilistas.
De acuerdo a los promedios generales, las barreras de la línea Mitre permanecen bajas entre 20 y 30 minutos por hora, minutos suficientes para que se generen espesos embotellamientos y demoras todos los días. Logrando un curso de dirección directo se pasaría de frecuencias de entre 10 y 15 minutos a entre 3 y 5 minutos.
Todo suena muy bien, pero mientras existan barreras será un impedimento para lograrlo. Buenos Aires necesita evolucionar y la movilidad urbana es condimento indispensable para crecer.