Cambio. Según la RAE, esa palabra es definida como «acción y efecto de cambiar». Pero si hablamos de transformaciones reales, para esto hay un nombre y apellido: Jesy Fux. De ser universitaria graduada y trabajar en multinacionales a ser una referente en el camino de la sanación espiritual, el sexo y el placer. Claro que dicho cambio no es sencillo, pero si hay determinación, el resto fluye… ¡y cómo! Hablamos del fenómeno Jesy Fux.
Para quien aún no la vio en Telefé, no la leyó en diarios como Infobae o Clarín, o no la escuchó en la radio, ella era una más del montón. Varios años de traductorado público de inglés, carrera completa de Relaciones Públicas -salvo la tesis- y trabajos en empresas multinacionales que la llevarían a un horizonte lejos de lo anormal: horarios de oficina, reuniones de trabajo, salidas de fin de semana.
Jesy Fux, poca ortodoxa
Como si fuera una parodia de la secuela de Netflix “Poco Ortodoxa”, su madre judía ortodoxa nunca pensaría que su hija tomaría un rumbo ajeno a los mandatos familiares o sociales. Pero así como el destino nos tiene preparados caminos impensados, el de Jesy Fux llegó luego de unos problemas personales de la vida que la condujeron directo a la práctica de yoga.
Luego, fue cosa de dejarse llevar: yoga, meditación, biodecodificacón y sanación espiritual, modelaje erótico, sexo y consejos virtuales. El tiempo, finalmente, la llevó a ser una de las influencers más buscadas del momento, con redes sociales que explotan y un sitio web donde vende chats vía WhatsApp, videollamadas y videos personalizados.
Para Jesy Fux hay un elemento que es clave y que no lo van a encontrar en sitios de contenido explícito: el despertar sexual espiritual. Esa idea clave y determinante de unir lo sexual con lo espiritual. Quizá debería haber nacido en Oriente, pero no, nació en Occidente, en tierras argentinas y desde ahí construye su camino y su mensaje al mundo.
Putita espiritual
Hoy, está en camino de ser una de las referentes en temas que aún no abandonaron por completo el concepto del tabú. ¿Por qué no hablar al mismo tiempo del espíritu y de la libertad sexual?¿Por qué no pensar en la búsqueda personal y en la búsqueda del placer?¿Hay conexión entre una y otra búsqueda?
Todos esos interrogantes quedan en el cuerpo y alma de Jesy Fux, una chica como todas que decidió quebrar muchas convenciones sociales y que no piensa parar: ya está en marcha un libro suyo y tiene como objetivo llegar a ser lo que muchos sueñan: una oradora TED.
Argentina es su tierra pero el resto del mundo su casa. Su público ya no está sólo en su país. Está en América Latina, en México, en Estados Unidos y en España, entre otros. Así la buscan, así la desean y así la encuentran: con cuerpo y alma. Siempre.