BUENOS AIRES (Redacción) – El Gobierno nacional enviará en las próximas semanas al Congreso un proyecto de ley para regular la actividad de financiamiento colectivo a través de internet, conocida como ‘crowdfunding‘», que se transformará en una alternativa más de inversión para distintos tipos de proyectos, como inmobiliarios, productivos, e incluso artísticos, justo cuando se acaba de poner en marcha el blanqueo de capitales.
«Para el Gobierno es prioridad la regulación del financiamiento colectivo, porque es un método de inversión alternativo, y hay muchos capitales del exterior que quieren invertir en Argentina», aseguraron a Télam, fuentes cercanas a la ronda de consultas que se hizo desde el Poder Ejecutivo entre abogados, agentes del mercado de capitales y empresarios con plataformas en internet que vienen trabajando con el crowdfunding.
El especialista en mercados de capitales y fondos de inversión, Martín Paolantonio, sostuvo en un artículo de su autoría: «un rol clave corresponde a la regulación de los portales de internet, como conducto o intermediario típico en la financiación colectiva, de modo que aquéllos puedan cumplir con algunas de las funciones propias del intermediario tradicional, en el marco fáctico propio del crowdfunding».
Explicó: «el portal debería ser un sujeto registrado ante la Comisión Nacional de Valores, quien claramente cuenta con facultades reglamentarias a tal fin», y consideró que «la recepción reglamentaria de la financiación colectiva ha de proveer un marco limitado, pero significativo, de información sobre el proyecto».
Una de las pocas experiencias existentes en Argentina, de financiamiento colectivo ligada al sector inmobiliario, ya alcanzó u$s1 millón desde su puesta en marcha en febrero último.
Se trata de Bricksave, una plataforma de crowdfunding inmobiliaria que permite a sus miembros comprar colectivamente propiedades de lujo en todo el mundo y compartir los ingresos de alquiler, así como una parte proporcional de los beneficios una vez que la propiedad se venda después de cuatro años.
Los participantes pueden invertir desde u$s 2.500, y luego mantener un seguimiento de su inversión a través de su cuenta en línea de Bricksave, que se hace cargo de la totalidad de la administración, y que, según sus estimaciones, puede alcanzar un rendimiento entre 8% y 13% anual en moneda extranjera.