BUENOS AIRES (Redacción) – l fracaso no es la alternativa al éxito. Es algo que debe evitarse, pero que a veces se presenta como un obstáculo en el camino al triunfo, del que se puede aprender. Así le ha sucedido a muchas personas que hoy están en la cima.
¿En qué se podrían parecer Arianna Huffington y Walt Disney? O tal vez ¿Bill Gates y Steve Jobs?. Sencillo: todos enfrentaron el fracaso antes de convertirse en íconos de la industria y el entretenimiento, antes de crear empresas multimillonarias conocidas por todos.
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A continuación, conozca las historias de emprendedores, recopiladas por AltoNivel.com, que son ejemplo de por qué el fracaso jamás debe ser excusa para no llegar al éxito.
Arianna Huffington
La escritora y columnista fue rechazada por 36 editores. Sí, aunque suene difícil creerlo y ella sea uno de los nombres más importantes de los medios digitales en Estados Unidos, Huffington resultó rechazada por tres decenas de expertos en literatura y periodismo quienes le impidieron la publicación de su primer libro, antes de la creación de imperio Huffington Post.
Cuando creó la reconocida publicación online, tampoco no fue un gran éxito de inmediato. De hecho, cuando lanzaron el portal tenía muchas críticas negativas sobre su calidad editorial y potencial en el mercado. Estos obstáculos fueron unos simples baches que se superaron con la continua innovación y creación de artículos de interés para el público.
Huffington Post es una de las páginas que concentra la mayor cantidad de venta de pauta en la web.
Bill Gates
Su primera empresa se derrumbó. Ahora Bill Gates es el hombre más rico del mundo según Forbes, pero no ganó su fortuna inmediatamente. Entró a la escena emprendedora con una empresa llamada Traf-O-Data, que apuntaba a procesar y analizar los datos de determinadas cintas de grabación. Nadie contrataba sus servicios.
Trató de vender su idea junto con su socio, Paul Allen, pero el producto apenas funcionaba. Fue un completo desastre. Sin embargo, el fracaso no impidió que Gates explorara nuevas oportunidades y, algunos años después, creó su primer producto de Microsoft, un rotundo camino al éxito.
George Steinbrenner
Antes de que Steinbrenner fuera reconocido por ser dueño de los Yankees de Nueva York, era propietario de un pequeño equipo de basquetbol llamado Cleveland Pipers en 1960. Dos años después, como resultado de las decisiones de Steinbrenner, toda la franquicia se fue a la quiebra.
La historia de fracaso parecía seguir a Steinbrenner cuando se hizo cargo de los Yankees, en los años 70, mientras que el equipo luchó con una serie de obstáculos y pérdidas en los 80 y 90.
A pesar del miedo del público y la crítica de las decisiones controvertidas de Steinbrenner, consiguió seis victorias en la Serie Mundial entre 1996 y 2003. Actualmente goza del récord de ser uno de los equipos más rentables de la Ligas Mayores de béisbol.
Walt Disney
Fue despedido por su falta de creatividad. Increíble. A uno de los genios más creativos del siglo pasado lo echaron de un periódico porque, según sus críticos, no tenía chispa gráfica. Pero esto no aminoró su seguridad y sabía que tenía creatividad para crear algo más grande que dibujar simples caricaturas.
Trató de seguir adelante y fundó su primera empresa de animación. Laugh-O-Grams Films. Recaudó 15 mil dólares para la empresa pero eventualmente tuvo que cerrarla. Desesperado y sin dinero, Disney encontró una forma de llegar a Hollywood y enfrentó la crítica y el fracaso, hasta que por fin sus películas comenzaron a hacerse populares.
Steve Jobs
En esta vida puede pasar de todo. Por ejemplo, Steve Jobs fue despedido de su propia empresa. Jobs no sólo era un gran emprendedor debido a sus inventos, sino también por haberse recuperado de un fracaso insuperable.
Cuando tenia 20 años, Jobs abrazó el éxito. Pero 10 años después la junta directiva de Apple, la cuál ayudó a crear, decidió prescindir de sus servicios.
Sin dejarse intimidar por el fracaso, fundó una nueva empresa llamada NeXT, que luego fue adquirida por Apple por una millonaria suma. Una vez que regresó por la puerta grande a Apple, renovó la imagen de la empresa y la hizo crecer de forma que nadie le hubiera apostado.
Milton Hershey
Todos conocemos los chocolates Hershey. Pero antes crear la popular marca de golosinas, tuvo tres empresas de dulces y vio derrumbarse cada una de ellas.
En un último intento, fundó la empresa Hershey’s y se convirtió en un nombre conocido dentro de la industria.
Estas historias sirven de inspiración para quienes experimenten el fracaso, sin importar la escala. En ciertos momentos, aunque algunos fracasos parecen ser el final del camino, no es excusa para no seguir emprendiendo.