BUENOS AIRES.- La crisis, tarde o temprano, le llega a todos, y esos todos son de carne y hueso y viven en algún rincón de la ciudad de Buenos Aires. Hoy es el turno de Lorenzo Delgado, ese emprendedor serial del barrio de Flores que no cede ante su sueño y la crisis del país: expanderse con su negocio a otras comunas y estar presente en todo Buenos Aires.
Lejos está de querer soñar con ser una mega cadena que invada toda la Ciudad, pero sí poder crecer en su única forma de vida: la del emprendedor.
Para Lorenzo, mantenerse a pie y salir adelante hoy es la meta: «Yo por el momento ya no pienso en expandir, en endeudarme, en salir adelante creciendo yo, mi familia y mi negocio, por eso me resigno y espero». Lorenzo, pintor de toda su vida, trabaja todos los días de la semana con absoluto detalle para poder tomar trabajos en todos lados, y que sea referente en cada barrio al momento de racondicionar la casa.
«Yo vi que cuando uno quiere pintar una casa, la gente agarra la revista del barrio y llama a ciegas sin saber a quién está convocando. Luego están quienes preguntan y piden referencias para luego llamar al indicado. Pero yo quiero que todos me conozcan como el que pinta una casa con absoluto detalle, sin costos por las nubes y con buenos materiales. Porque cumpliendo todo, más que seguro o me recomiendan o me llaman de otro lugar. Ese afán por cumplir, por ser detallista y por pasar presupuestos accesibles, debe ser la variable que todos deben tomar para poder decidir a quién otorgarle una obra», explica este apasionado por un oficio que demanda una importante inversión.
Con una inflación que empuja los precios hacia arriba y encarece todo, Delgado no duda de su plan a seguir: «Veremos cómo viene todo, pero seguiré pasando presupuestos que sean medianamente pagables, que puedan llevarse a cabo sin cobrar fortunas, y dejando un trabajo terminado de la mejor manera posible».
Sólo así, asegura, cuando haya más dinero en cada casa de cada porteño, me habrán de recomendar. Y ahí estaré.