BUENOS AIRES (Redacción) – Democratizar la información, de eso se trata, sobretodo en tiempos en que en la Argentina se permite la fusión de empresas como Clarin y Telecom concentrando casi todo el mercado en un mismo lugar. Una buena antítesis es lo que se acaba de gestar en la Ciudad de Buenos Aires, donde al menos 150 medios se unieron para dar nacimiento a la Asociación de Medios Vecinales.
El dato no es para nada menor, porque la Ciudad de Buenos Aires tiene entre 3 y 4 millones de habitantes, y estos medios de comunicación divididos en formatos como radio, televisión, gráfica y sitios webs, cumplieron a rajatabla con la máxima de que la «unión hace a la fuerza».
El proyecto comenzó el 10 de octubre del año pasado, cuando el periodista Mario Bruno reunió a un grupo de colegas para aunar criterios para formalizar la creación de la AMV (Asociación Medios Vecinales), un espacio de debate, intercambio de ideas, colaboración que propicie el desarrollo de todos y de cada uno de sus miembros, etc.
INFORMACIÓN DIRECTA
La mirada fundamental distingue la presencia informativa de cara a los vecinos, sin filtros de ningún tipo, desde la conexión particular, directa, que brinda el territorio común: el barrio y toda su realidad personalísima en tiempo real.
En tiempos de concentración de medios y monoplios, la AMV plantea la jerarquización de los medios barriales como herramienta de comunicación al alcance de toda entidad estatal o privada que quiera acceder a noticias, informes de actualidad, o material para investigación.
Hoy, la Asociación ya cuenta con el reconocimiento otorgado por la Inspección General de Justicia, se están gestando eventos participativos y la posibilidad concreta de una sede propia en el Centro Metropolitano de Diseño. La AMV, además, no depende de ninguna entidad, pues hasta la fecha se sostiene económicamente con los aportes de sus propios medios que, a medida que pasan las semanas, más medios se suman y más fortalecimiento logran.
Un claro ejemplo, además de contar con la personería jurídica, es la adhesión por parte de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. También la invitación de la empresa Google a realizar cursos de formación en sus oficinas o, aún más, la convocatoria de la gestión Rodríguez Larreta a un encuentro para tejer lazos para el mes de agosto.
Pablo Rubín, presidente de la flamante entidad, señalo a “Nuevo Ciclo” que “se están gestionando convenios con reparticiones públicas para fomentar la circulación de noticias de cercanía, barriales que los medios tradicionales no cubren. Entendemos a la prensa barrial como una necesidad que va más allá de las redes sociales”.
Desde la Asociación, agregan: «La agenda de la AMV se va colmando de oportunidades, de metas, de aprendizajes que sólo serán posibles desde el trabajo conjunto y cotidiano de su equipo, pero que sin duda crecerá, con el apoyo de los diferentes sectores de la sociedad».
TODOS CONTRA UNO
Hace unos años, el grupo Clarin ante la baja de ventas de diarios, salió a conquistar al vecino de cada barrio con suplementos zonales, con el objetivo de seducir a cada habitante de cada barrio que ellos podían llevar los problemas de la esquina a los grandes medios de comunicación. Sin embargo, la idea rápidamente terminó en el fracaso: no pudieron contra los medios vecinales.
Tiempo después, una gran cantidad de medios vecinales dispersos encontraron en la AMV un espacio donde coordinar acciones, trabajar en conjunto y profesionalizar la información. Y no es un dato menor: la llegada de todos sus medios, en sus distintas plataformas como las radios, las ediciones gráficas, los portales webs y las producciones radiales, más sus respectivas redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Youtube), hacen de este conglomerado un destacado generador de noticias, información y una muy importante voz desde los barrios hacia afuera.