Ya no es novedad que desde que comenzó la pandemia del coronavirus en Argentina y todo un país se encerró entre cuatro paredes, explotó como nunca antes en la historia el universo digital. En pocos meses, millones de personas comenzaron a incorporar hábitos que ya nunca más se perderán, como hacer compras online, buscar productos, averiguar, estudiar, trabajar, entretenerse, celebrar cumpleaños, entre tantas actividades. Esto, las empresas, lo saben, pero no del todo.
Los hábitos de consumo se trastocaron para siempre y el marketing digital, actividad que recién se encuentra en etapa de evolución, tiene mucho para dar. Sin embargo, no todos los negocios lo terminan de entender. O al menos así lo ve Néstor Muñoz, CEO de Biwan Digital y ex asesor en estrategias digitales en campañas de marketing político para economistas, legisladores, ministros y fórmulas presidenciales.
«Si bien es cierto que el marketing digital tiene su, digamos, historia, desde marzo de 2020 a la fecha tuvo una explosión, y la muestra más representativa de eso fue cuando miles de negocios en todo el país se encontraron con que los seres humanos ya no iban a entrar por la puerta del local y se quedaron sin clientes. Eso los obligó a salir a buscar ayuda y de esa ayuda muchas cosas salieron bien y muchas salieron mal», explica el periodista y especialista en estrategias digitales.
Marketing Digital sí… o no
«Para graficarlo de otra manera: si todas las estadísticas dicen que creció el consumo digital, las operaciones comerciales, la venta de productos, las transacciones bancarias digitales, los pagos online, si todo crece en este universo, ninguna empresa puede ver pasar estas evidencias sin tomar decisiones, y para muchas organizaciones esto no es más que publicar en redes sociales y hacer anuncios en Google o Facebook. Y no, es mucho más que eso», explica el también docente en Academia BA Emprende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Y agrega: «Las empresas deben entender que es necesario, primero, entender los nuevos hábitos de consumo de las personas. Luego, estudiar a ese potencial cliente que en cierta medida cambió a lo que era antes, por eso deben implementar un Buyer Persona y un Customer Journey para redescubrir todo ese proceso, como así también un Canvas para revalidar el modelo de negocio».
Metodología, prueba y error
«Sólo después de eso hay que analizar cómo alinear los objetivos comerciales de una empresa con los de marketing, trabajar en conjunto, pensando acciones integrales con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Y en el medio de todo eso, trabajar con contenido de valor, con estrategias de Inbound Marketing y entendiendo que esto es una actividad que es transversal a toda la organización», aclara el mentor de emprendedores en el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y en la CAME.
Para Néstor Muñoz, «muchas empresas aún no ven a esto como una inversión necesaria para poder alcanzar los objetivos de venta desde las plataformas digitales, que es el sitio donde hoy se encuentran esos potenciales clientes. Claro que hay todo un mundo de consumidores que siguen viviendo como hace dos décadas, pero todo cambia rápido. Empresa que no se adapta es empresa que va a ser arrasada por la competencia».
Y concluye: «Ya no hay manera de ver el marketing digital como un gasto. Es una inversión porque es el soporte e impulso de toda área de ventas de una empresa, y como tal, debe ser clave en todo modelo de negocio. Cuando llega a la agencia o a uno de los programas de mentoreo donde estoy muchos dicen que no les sirve de nada a la Pyme publicar tres posteos por semana en una red social. Y sinceramente, el marketing digital está a años luz de ese concepto».