Se entiende que cuando un país, la economía no avanza, la plata no está. Pero aún en tiempos de vacas flacas, si hay algo que NO debe desaparecer, eso es la financiación, el crédito, y los fondos para que emprendedores y pymes puedan seguir con vida. Los ANR –Aportes No Reembolsables– representan apenas una porción de esa ayuda que, a gritos, pide todo el sector.
Lo cierto es que desde el Gobierno nacional hoy no hay una política clara al respecto, o sí, pero no se traduce en un presupuesto coherente con las necesidades de las pequeñas y medianas empresas. Por ejemplo, hace días, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, presentó una línea de financiamiento de la banca pública para impulsar al sector naval.
Un poco más atrás, el Ministro de Economía, Sergio Massa, anunció un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo por 80 millones de dólares para financiar un nuevo programa de desarrollo productivo de micro, pequeñas y medianas empresas, en un nuevo intento por «asociar los desembolsos hacia donde tienen que ir, que es a la cartera de Desarrollo Productivo«.
En este caso, el acuerdo tiene cuatro componentes. El primero, por ejemplo, Aportes No Reembolsables por 28 millones de dólares, con un segundo ANR pero vinculado a la transformación digital; más otras líneas para la Red Federal de Servicios de Apoyo a MyPyMES y para la contratación de servicios de capacitación para la mejora tecnológica. Días atrás, también se dieron a conocer Aportes pero para el sector vitivinícola.
ANR, Aportes No Reembolsables
Si bien estas opciones nacen en la administración nacional, cada provincia como la Ciudad de Buenos Aires, luego tienen sus propias líneas, pero sumadas todas no alcanzan para satisfacer la demanda emprendedora y pyme nacional. Lo cierto es que hoy, para aquél proyecto que necesita de este tipo de aportes de capital, la clave es tener, al menos el Certificado Mi Pyme, facilitador en muchos casos para acceder a ellos.
Los emprendimientos en etapa inicial, si bien tienen otras necesidades, deben recurrir a otras líneas más modestas o a participación de programas y competencias cuyo premio, en principio, sea aporte de financiación. Como la oferta es muy acotada, la clave es que cada empresa registrada en Argentina tenga toda la documentación al día y que esté permanentemente buscando y esperando anuncios oficiales sobre nuevos ANR.
Financiación para todos y todas
Si bien hay muchas formas de encontrar financiación para un proyecto, estar al día con las notificaciones oficiales, las lanzadas por las administraciones provinciales, incluso municipales, constituyen el primer paso para estar listos para aplicar a un programa de aportes no reembolsables. Y en caso de aplicar a alguno, asoma en el horizonte otra eterna problemática: la demora en hacer efectivo ese ANR a la empresa.
Una de las críticas más repetidas es la demora entre que un organismo confirma un Aporte No Reembolsable a una empresa o proyecto, y cuando se acredita finalmente en las arcas del beneficiario. Ese tiempo, en un país con elevadísimos índices de inflación, arroja a la basura todo el esfuerzo previo.