BUENOS AIRES (Redacción) – Ayer debía reanudarse el recorrido normal de la línea C hasta Retiro, luego de que sólo unió la cabecera de Constitución con la estación San Martín desde el 4 de enero. Pero, por demora en las obras que encara Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), seguirá funcionando con un servicio limitado hasta el 15 o el 22 de este mes.
Fuentes de Sbase explicaron ayer a LA NACION que «desde los inicios de la obra se estimaba que esta etapa durase un mes y medio». Sin embargo, el material de prensa difundido oportunamente por la empresa sostenía que el servicio limitado se extendería del lunes 4 al domingo 31 de enero inclusive.
Los trabajos consisten en la renovación de los dispositivos que permiten a las formaciones pasar de una vía a otra durante su recorrido para operar en uno u otro andén. La segunda etapa va a replicar las reformas ejecutadas en Retiro en la otra estación cabecera, Constitución, que permanecerá cerrada del 15 o 22 de febrero hasta el 31 de marzo.
Si bien Metrovías y Sbase llevaron adelante una campaña de difusión en las estaciones y en redes sociales y medios de comunicación, muchos usuarios se sorprendieron cuando debieron bajarse una vez más en San Martín y caminar unas tres cuadras hasta la estación de Retiro.
«¿Hoy no volvía a funcionar normalmente?», preguntó una señora sentada en uno de los vagones de la línea C, al escuchar el anuncio emitido por los altoparlantes. Es que la cartelería de información al pasajero también rezaba que el ramal volvería a alcanzar Retiro ayer.
El mismo interrogante recorrió las redes sociales. «¿No era que estaba con servicio limitado hasta el 31 de enero?», consultó Claudio a la cuenta de Twitter de Sbase. Su hijo tuvo que cambiar la forma de viajar. «Ahora se toma el 115 en Once. Tarda 20 minutos más de lo acostumbrado», explicó.
Jorgelina, de 33 años, va cinco veces por semana de Glew a Belgrano y también tuvo que encontrar otro modo de llegar a destino. «Como la zona de Retiro es insegura, en vez de salir del subte en San Martín opté por combinar con la línea D en Diagonal Norte, bajarme en Cabildo y Juramento y tomarme un colectivo o taxi», relató.
Según diferentes pasajeros y lo constatado por LA NACION, el servicio limitado no es el único problema que acarrea la obra. El viaje se alargó entre 20 minutos y media hora. «Es una sola estación la que no funciona, pero desde que empezó la obra la línea anda con menos trenes y hay más demora», sostuvo Jorgelina.
«El servicio es más lento por el cambio de plataformas. Pueden andar menos formaciones en simultáneo. Y a eso se le suma la caminata desde San Martín hasta Retiro», relató Julián, de 22 años.
«Tardo media hora más en llegar. La verdad es una vergüenza que hayan extendido los trabajos una semana», se quejó Sergio, de 45.