BUENOS AIRES – En este momento de cuarentena y aislamiento social a causa del COVID-19 o coronavirus, en el cual una gran cantidad de gente alrededor del mundo no puede salir de su casa, es difícil mantenerse optimista sobre el futuro.
Sin embargo, hay quienes no se pueden quedar cruzados de brazos y hacen lo posible para mejorar la situación. Es el caso de Neolix, una compañía china que está usando autos sin conductor para combatir los efectos de la pandemia.
La empresa emergente está utilizando camionetas sin conductores para ayudar lo más posible durante una situación grave en China en la cual la gente no puede siquiera salir a la calle. Hay reportes de que los empleados de la compañía están haciendo horas extra para poder cumplir estos objetivos.
Compañías multimillonarias de compraventa como Alibaba y JD.com le han comprado a Neolix hasta 200 vehículos durante la última semana. Esto es un aumento gigante en las financias de la empresa, que durante los últimos 9 meses había vendido tan solo 125 en total.
Las camionetas han sido de inmensa ayuda sobre todo en las zonas más afectadas del país oriental. Su contribución más importante ha sido la de llevar suplementos médicos a aquellos que más urgentemente los necesitan, y no reciben cuidado ya sea por un bajo nivel adquisitivo o por el nivel de demanda que hay en toda China.
Los vehículos automatizados de Neolix también se han encargado de desinfectar las calles. Adicionalmente, han llevado comida a médicos alrededor del país que no tienen la oportunidad de parar de trabajar durante la pandemia.
La ventaja de la automatización
¿Cómo reaccionó el gobierno chino ante esta situación? Responsables del gobierno planean subsidiar la compra de estos aparatos al ver los beneficios que tiene, tanto de salud como económicos. El plan pareciera ser subsidiar hasta 60% del precio de los vehículos, con el objetivo de que operen con mayor efectividad. Con esta ayuda, Neolix planea desplegar 1000 camionetas más a través del año.
Habrá que ver si empresas similares, como Nuro, líder en servicios de repartimiento automatizados en Estados Unidos, también consiguen un empuje económico similar.
La compañía había empezado a entregar comida y otras utilidades alrededor de Arizona sin la necesidad de usar labor humana, y fue autorizada por el gobierno a expandir sus operaciones hasta Texas. La conclusión es clara: la ventaja que trae la robótica en el medio de una epidemia es inconmensurable, y es momento de aprovecharla.