La información es clara y concreta, pero según quién lo informe y cómo se lo mire, hay dos variables bien diferenciadas. La pandemia del coronavirus dejó un tendal tremendo de negocios quebrados, y a su vez el final y el inicio de año abrió la esperanza de un leve repunte. Pese a ello, todo quedará sujeto a qué pase con la tan temida segunda ola del COVID, si podremos contenerla o deberemos volver al encierro más largo del universo. Dicho esto, los datos sobre las pymes son claros.
Según la agencia de noticias Telam, «las principales cámaras y asociaciones de pequeñas y medianas empresas (pymes) del país destacaron la recuperación de la actividad desde julio, siempre en términos muy leves, y postularon por ello las muy buenas perspectivas que el sector tiene para 2021″. Asimismo, califican como medidas «muy difíciles» el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), la moratoria impositiva y los créditos a tasa subsidiada.
Pymes 2021
Desde la CAME aseguran que «sin el ATP, los créditos y la moratoria que se implementaron desde el Estado la crisis hubiera sido mucho peor» al tiempo que exigieron la continuidad del ATP a las micro y pequeñas firmas que se encuentran aún en peor situación que el resto. En el mismo sentido se expresó la Federación Argentina de Jóvenes Empresarios (Fedaje), quien en la voz de su presidente Mauro González, recordó que el cambio de políticas orientadas a la industria local y el mercado interno, «favoreció al sector pyme». Lo mismo con el acuerdo ante el Fondo Monetario Internacional, que prevé una relativa tranquilidad cambiaria y financiera durante los próximos meses.
En términos negativos, los números son demoledores. Las ventas de comercios pyme terminaron el año con un retroceso de 8% en el último mes del año, con lo cual a lo largo del año el desplome ascendió a 21,5 por ciento. De cara al próximo año, la esperanza va despacito: la mitad de los comerciantes creen que la situación se mantendrá, al menos, estable.