BUENOS AIRES.- Las buenas iniciativas que la Ciudad de Buenos Aires lleva adelante deben ser destacadas y seguidas por los medios que le dan voz a determinados programas que, en otros rincones, no tienen aparición alguna. Hablamos del programa «Morfables 21», un genial plan donde la moda de los Foodtruck se convierten en inclusivos. Así asistimos a un gran cambio de vida para 12 jóvenes con Síndrome de Down.
Ellos tienen entre 20 y 25 años y lograron insertarse en el mercado laboral gracias al proyecto gastronómico creado por una mamá preocupada por dejarle un futuro a su hija. En la fecha mundial establecida para mejorar su inclusión, cuentan cómo se sienten a un año de tener un empleo.
Hace más de un año atrás Fiamma, Agustina, Juan Pablo y Alan no tenían trabajo. Hoy son parte de un grupo de jóvenes con síndrome de Down, de entre 20 y 25 años, que llevan adelante «Morfables 21», un foodtruck que ofrece pizza en conos, tacos y pinches, entre otras delicias que se pueden comer con la mano.
Aprendieron a cocinar en la casa de Adriana Corigliano, vecina de Flores y mamá de Fiamma que, preocupada por la inserción laboral de su hija, generó ese proyecto que le terminó dando trabajo a otros 11 chicos más.
La historia empezó en una de las reuniones de vecinos que acostumbra a realizar semanalmente el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en cada barrio. Adriana se acercó y le contó su idea al vicejefe porteño, Diego Santilli, quien la contactó con la Dirección General de Desarrollo Gastronómico para habilitar el foodtruck y darle curso a la iniciativa.
En un contexto en donde la mayoría de la población con discapacidad no consigue insertarse en el mercado laboral, “Morfables 21” da respuesta a una de las mayores preocupaciones que manifiestan sus padres: cómo lograr la autonomía de sus hijos y cómo brindarles un futuro de posibilidades para cuando ellos ya no puedan acompañarlos.