BUENOS AIRES – Al día de hoy, podríamos decir que discutir de fútbol o de política puede ser tan apasionante como discutir sobre cuál cerveza es la más rica o cuáles son los mejores alfajores en el país.
Argentina, en los últimos años, vio florecer una industria de los alfajores de forma impactante, con mejores presentaciones, mejores productos, materias prima superadoras, y nuevas apariciones que dieron lugar a marcas que también se insertaron rápidamente entre los consumidores.
Y uno de los principales actores del mercado es Hugo Basilotta, el dueño de Guaymallén, que repasó los mejores 10 alfajores que existen en el país según su criterio.
Así, repasó una a una las marcas más reconocidas, las históricas, las leyendas y hasta las que aparecieron en los últimos tiempo. Coincidencia o no con los lectores o consumidores, no se podrá negar que la palabra de Basilotta es palabra autorizada, acá y en la China… o donde exista un alfajor.
Alfajor, según Wikipedia
El alfajor lleva elaborándose y consumiéndose desde tiempos coloniales en territorios que a día de hoy son parte de la Argentina, detalla Wikipedia. Según el Código Alimentario Argentino, «se entiende por Alfajor el producto constituido por dos o más galletitas, galletas o masas horneadas, adheridas entre sí». «Esto con productos, tales como mermeladas, jaleas, dulces u otras sustancias o mezclas de sustancias alimenticias de uso permitido».
Como golosina de producción masiva su elaboración se remonta a la década del 50 en la costa atlántica argentina. Marcas como Havanna y Balcarce son las primeras, desarrollándose posteriormente otras que suman más de 30 distintas en kioscos y supermercados.
Las estadísticas de 2004 indican que en la Argentina, sus habitantes consumen 6 millones de alfajores al día. Es tal la variedad, que en las góndolas de los supermercados pueden encontrarse hasta 34 tipos diferentes de este producto.
Dentro de esta clase de alfajores, se encuentran los «alfajores triples», los cuales poseen 3 tapas unidas entre sí con dulce de leche y están todos bañados en chocolate (blanco o negro).
Alfajor en 1851
Hacia 1851 en la localidad de Arocena (Provincia de Santa Fe) Don Manuel Zampatti, alias Zapatín, comenzó a elaborar una variante del ya conocido alfajor. La misma consistía en una golosina compuesta por tres galletas horneadas, pegadas con dulce de leche y bañada con azúcar.
Siendo éste el primer alfajor conocido en la República, llegando a lo que tradicionalmente se lo conoce como alfajor santafesino. El Coronel Néstor Fernández lo llevó a la batalla de Caseros y fue cuando el ejército lo probó y se popularizó tanto que el General Justo José de Urquiza se hacía llevar a su estancia San José de Entre Ríos un cargamento semanal de estos alfajores.
Por otra parte en Córdoba fueron creados en 1869 por el químico francés Augusto Chammás. También se elaboran en las provincias de Santiago del Estero, de Tucumán, y en la ciudad de Mar del Plata se elaboran los famosos Havanna y en general en la mayoría de los lugares turísticos de Argentina.