Al parecer, la llegada del Covid a la Argentina produjo cambios de todo tipo, pero uno impensado (¿o no?) fue el boom que se destapó: primero fue la cocina, pero ahora es la costura. Al parecer, el nuevo boom es la confección de indumentaria luego que los consumidores recurrieran a las plataformas online y a las redes sociales para aprender a diseñar sus propias prendas.
No es casualidad que las redes sociales comenzaran a reproducir todo tipo de tutoriales y cursos para aprovechar al tiempo dentro de casa en la confección de indumentaria. Sin embargo, el rubro textil amerita tener en cuenta algunas cuestiones, tal como explica Sole Silva, titular de la importadora de telas que lleva su nombre: “Es importante chequear bien las fotos, los detalles, y hacer las preguntas necesarias antes de efectuar la compra”.
Costura
Asimismo, Silva da algunos consejos para poder comprar online en este rubro:
- Metros: hay que pensar antes en qué es lo que se busca ya que, según la prenda, se puede necesitar una tela más rígida o con caída, liviana o pesada
- Peso: el peso fundamental a la hora de la elección de la tela porque «para hacer una prenda con mucha caída es importante que pese menos de 100g/m2. Sin embargo, si se busca crear una prenda armada, con volumen, rígida, cuanto más pese mejor.
- Composición: en este punto cuanto más porcentaje de poliéster tenga, de menor calidad va a ser la tela, por eso el mínimo que debería tener es 65%. Si se buscan fibras naturales, es ideal que tengan en su composición por lo menos un 25% de fibras sintéticas, para que no requieran tanto planchado. El lino, rayón, algodón y la seda, son los de mejor calidad.
- Diseño en las telas: ya sean bordadas o estampadas es fundamental preguntar por la dirección del diseño, ya que puede ser paralelo al hilo de la tela o perpendicular, y eso influye en la cantidad de metros a comprar.
Indumentaria en casa
Los datos indican que no sólo se incrementó la gente que confecciona sus prendas, porque lo que también creció son quienes pasan el tiempo incursionando en la pintura de telas y el estampado, actividad que requiere telas cuya composición tenga como mínimo 70% de poliéster. Ante esto, detalla: “En alta costura lo que más se pidió en estos meses son las gasas de seda bordadas en parte por la moda de los casamientos al aire libre ya que es una tela con caída y vuelo. En cuanto a indumentaria las más vendidas fueron los poplines debido a su versatilidad: se pueden usar tanto para camisas, vestidos, maxi camisas, etc.”.
Por último, remarcó que en esta segunda ola quedó claro la predilección de muchos por incursionar en la moldería, los bordados, los tejidos y la sublimación. Todo esto fue posible gracias al ecosistema digital, el mismo que dio espacio y tiempo a muchas personas para que descubrieran una forma creativa de pasar el tiempo en sus hogares, ahorra dinero en indumentaria o, mejor aún, generar algunos ingresos.