La aparición de la pandemia del coronavirus provocó que miles de negocios entendieran, a la fuerza y a las apuradas, que el entorno ya no es el mismo de antes. Si como empresa dentro de un rubro no se entiende que la competencia hoy puede ser más fuerte y veloz, menos se entenderá que a todos los nichos les puede llegar su Uber. Así como al sector del transporte público les pasó, lo mismo al mundo hotelero con Airbnb, o a la televisión o generación de contenido con Netflix o Amazon ( y ahora Disney).
De una manera u otra, las empresas deben estar totalmente acordes a los cambios de hábito que emergen producto de escenarios disruptivos. Esto es: si el contexto global cambia intempestivamente producto de una pandemia o el mercado mismo producto de una competencia disruptiva, o se toman decisiones nuevas o se va rumbo a un posible fracaso.
La mayor tasa de reconversión en la historia moderna se dio entre marzo y diciembre del 2020, nueve meses. donde se modificaron radicalmente las costumbres locales. Aquellos negocios que ya habían decidido tener presencia digital sintieron menos el impacto, pero quienes nunca lo optaron como opción, evidenciaron el error de la peor manera.
Para eso, los programas de asesorías, auditorías y mentorías en transformación digital constituyen un camino para reordenar las estrategias comunicaciones y comerciales a esta nueva normalidad. Para este 2021 nadie puede garantizar nada: ni una segunda ola del coronavirus ni una salida total del estado pandémico. De una y otra manera, es fundamental tener un plan B.
Mirá el Live sobre por qué es tan importante tener un Plan B en estos tiempos.